Con las mismas ventajas que una bicicleta convencional, pero a costa de un menor esfuerzo físico, las bicicletas eléctricas están demostrando ser una muy buena alternativa para quienes buscan un vehículo urbano. También son muy populares entre repartidos de comida a domicilio, como un trabajador británico que recientemente ha compartido su experiencia en sus redes sociales.
Se trata de un ciclista que trabaja en la ciudad de Exeter, en el sureste de Inglaterra, como repartidor de la empresa Deliveroo. Su experiencia la ha dejado plasmada a través del foro Reddit, donde explica cómo fue capaz de recaudar 295 libras en un solo día, eso sí, trabajando durante 15 horas y medía “con algunos descansos”.
Muchas horas de trabajo propiciadas por el sistema de trabajo que aplica Deliveroo a sus repartidores: en lugar de contratarlos como empleados de la empresa, con el consiguiente beneficio que eso supone, funcionan como contratistas independientes, lo que les incentiva a trabajar muchas más horas de las habituales para obtener un mayor beneficio.
Mucha más autonomía de la esperada
Según describe el propio ciclista, comenzó a trabajar a las 8:30 de la mañana y terminó de entregar el último paquete a medianoche. Durante ese tiempo, que prácticamente se corresponde con dos jornadas de trabajo de ocho horas, logró entregar 56 paquetes lo que explica que sus ingresos en un solo día ascendieran hasta las 294,66 libras que son aproximadamente, al cambio 336 euros.
¿Cómo es posible exprimir la autonomía de una bicicleta eléctrica durante tantas horas y tantos kilómetros? Según las estimaciones del ciclista, recorrió más de 100 millas (160 km) durante ese tiempo. Una distancia que es mucho más de lo que una bicicleta eléctrica promedio puede ofrecer con una sola carga. Preguntado en el foro por los malabarismos que tuvo que hacer para logar este kilometraje, el ciclista explicó el ‘pequeño truco’ al que tuvo que recurrir para llegar al final de su larguísima jornada.
La explicación es sencilla. Cambió de bicicleta, aunque, para él, esto tuvo un coste económico que hay que descontar de lo recaudado al final del día. Porque la segunda bicicleta eléctrica que utilizó tuvo que alquilarla en el servicio existente en Exeter para tal fin, mientras la suya se quedaba recargando su batería. Este tiempo de inactividad de su bicicleta le supuso 18 libras, hasta que, al final del día, pudo volver a recuperar su propia bicicleta y terminar con ella la jornada de trabajo.