Cada cierto tiempo sale a la luz una nueva tecnología prometedora y rompedora que anuncia un nuevo hito en la movilidad eléctrica. Las baterías centran cientos de miles de millones de inversión en todo el mundo, pero China se ha convertido en el epicentro de la industria con desarrollos punteros y tecnologías innovadoras. La última de ellas se presenta como la batería perfecta a la que no parece afectarle el frío. Sus datos son esperanzadores, aunque, por el momento, no sabemos cuándo empezará su producción en masa.
Como suele ocurrir ante el descubrimiento de un nuevo avance, lo primero es anunciarlo al mundo, aunque todavía reste mucho tiempo para que llegue al mundo real. Tal y como informa Bloomberg, Greater Bay Technology, una empresa subsidiaria de GAC (Guangzhou Automobile Group), afirma tener la solución para uno de los mayores inconvenientes del coche eléctrico: la pérdida de autonomía en climas fríos. Se llama batería Phoenix y podría ser la primera en su especie si finalmente llega a producirse.
Los coches eléctricos son muy sensibles a las inclemencias del tiempo. El rendimiento de las baterías cae tan deprisa como lo hacen los termómetros. Aunque las baterías van climatizadas por líquidos refrigerantes, la autonomía sufre con el frío. Hasta ahora han surgido numerosos recursos que mitigan semejante inconveniente, pero el problema sigue estando ahí, al menos hasta ahora. Greater Bay Technology podría haber dado con una solución real.
Tal y como se especifica, la batería Phoenix consta de materiales semiconductores y una gestión térmica excelente que permite que el módulo se caliente rápidamente. De -20 ºC a 25 ºC en menos de cinco minutos. Estamos hablando de una transferencia de calor muy rápida si tenemos en cuenta las baterías modernas. Así lo ha comunicado Huang Xiangdong, cofundador y actual presidente de la compañía subsidiaria de GAC. Y ahí no acaban las buenas noticias con respecto a esta nueva batería.
Que alcance la temperatura óptima de trabajo en apenas unos minutos no sólo beneficia a la autonomía, también a la recarga. Ajustar la temperatura óptima de carga rápidamente es esencial para que los tiempos de espera se reduzcan al máximo. El propio Xiangdong ha comentado que la batería es capaz de funcionar con normalidad, al igual que cualquier otra, pero esta es capaz de cargarse del 0 al 80% de capacidad (SoC) en apenas 8 minutos para una supuesta autonomía total cercana a los 1.000 kilómetros.
Aún así, estamos hablando de un tiempo equivalente al que cualquier coche de combustión tarda en llenar su tanque de combustible, lo que supone acercar un poco más el coche eléctrico al mundo actual. Por el momento, no se ha especificado cuál será la potencia máxima de carga de dicha batería, pero sí que se puede recuperar un rango de aproximadamente 200 kilómetros en apenas 5 minutos, a cualquier temperatura o condición ambiental.
Greater Bay Technology afirma que numerosos fabricantes ya se han puesto en contacto con ellos interesados en las Phoenix. De ser ciertas las especificaciones, está claro que estamos hablando de una verdadera revolución. Es más que probable que los primeros modelos en montarla sean los vehículos eléctricos de GAC. El fabricante chino ya tiene en el mercado un coche capaz de alcanzar un rango de 1.000 kilómetros. El GAC Aion emplea una batería de 144,4 kWh de capacidad, aunque su precio de casi 64.000 euros en China lastra mucho sus ventas.