¿Cuál es el motivo principal para que los coches con pila de combustible de hidrógeno no prosperen? Pues principalmente podrían atribuirse dos hechos a esto: su alto coste de compra y su escasa red de repostaje. No obstante, esto no pasa únicamente en España. La compañía de taxis MK West Group, que opera en Kobe, Japón, está dejando de considerar la renovación de su flota de coches eléctricos por hidrógeno para hacerse con un nuevo ejército de coches eléctricos con batería. ¿Cuáles son sus razones principales para esta decisión?
Según las declaraciones realizadas a Bloomberg, el presidente de esta compañía, Yoshiaki Aoki, está bastante preocupado por el futuro real de los coches movidos por hidrógeno: “Habría que estar loco para comprar un coche de hidrógeno, incluso teniendo en cuenta el aspecto medioambiental. Y los clientes no están dispuestos a pagar dinero extra porque el taxi que usan es bueno para el medio ambiente”, afirmó.
No obstante, el máximo directivo de la empresa ha hecho hincapié en la principal virtud que estos presentan frente a los eléctricos a batería: su rápida recarga. Esta se asemeja más a la de un vehículo de gasolina, ya que su repostaje se puede llevar a cabo en apenas dos minutos. Sin embargo, para Aoki, no es suficiente estímulo de compra, ya que, en comparación, los FCEV (Fuel Cell Electric Vehicle) siguen siendo notablemente más caros en todos los aspectos que un eléctrico a batería.
La empresa de taxis que regenta cuenta con modelos de Toyota Mirai, pero también con alternativas como el Camry o modelos específicos de Lexus, todos ellos híbridos, a los que Aoki prefiere frente al resto de alternativas mecánicas. Según el responsable, si un coche de hidrógeno recorriera 150.000 kilómetros en un año, la estimación de gasto frente a un vehículo híbrido sería 7.100 dólares por encima.
Hace mención, además, a que la mayor parte de este gasto extra viene por la falta de instalaciones e infraestructura adecuada para su repostaje, lo que hace que el precio de este elemento sea sustancialmente más caro. Esto ha sido corroborado por Yoshihiro Ueno, gerente ejecutivo de Air Liquide Japón, donde afirma que “la mayoría de las estaciones de hidrógeno actuales aún no son rentables debido a su escasa demanda”. En total, sólo en Japón circulan alrededor de 8.000 vehículos con pila de combustible de hidrógeno. Un porcentaje significativamente bajo si se compara con los 80 millones que circulan por sus carreteras.
Aoki, por su parte, no niega el posible impacto positivo que pueda tener un coche de hidrógeno en el futuro, sin embargo, sí acentúa que “aún no es su momento” y, por eso, va a cambiar sus Toyota Mirai por coches eléctricos a batería con los que ahorrar costes de mantenimiento, mientras sigue contando con una alternativa cero emisiones.
En España, particularmente, la situación no es mejor, ya que apenas existe un puñado de estaciones de hidrógeno abiertas al público y las ventas de vehículos con esta mecánica son realmente escasas. A pesar de eso, hay muchas marcas que buscan ampliar el protagonismo de estos coches, como BMW y su iX5 Hydrogen que llegará al mercado muy pronto.
