En Japón parece que el tiempo transcurre de forma diferente. La cultura japonesa lleva milenios forjándose en el ADN de cada uno de sus ciudadanos. A pesar de ser pioneros en tecnologías, los cambios se suceden lentamente, pensando cada paso de forma meticulosa y analítica. La electrificación avanza rápidamente por todo el mundo y los fabricantes japoneses parecen haberse quedado atrás. Podría decirse que Honda es una de las compañías más afectadas, pero en su seno no tienen el mismo parecer. Los de Tokio se defienden ante las críticas y justifican su lento avance.
Todas las marcas están viviendo una etapa acelerada de desarrollo y lanzamientos. Tesla ha cambiado el panorama internacional con coches eléctricos totalmente viables en el día a día. Mercedes, Volkswagen o BMW intentan seguir sus pasos, trazando estrategias y corrigiéndolas sobre la marcha, pero con un objetivo claro en el horizonte. A día de hoy los americanos llevan mucha ventaja con respecto a la competencia. Mientras tanto, todo el mundo mira a Japón a la espera de alguna respuesta significativa.
La primera ha llegado de la mano de Toyota. El bZ4X se anunció como el anti Model Y, pero los resultados saltan a la vista. Cargado de problemas desde sus inicios, la corporación ha reconocido que no espera de él grandes volúmenes de ventas. Está claro que todo el mundo puede errar el tiro con un coche, pero si este es el primero de una nueva generación de productos, el fallo se vuelve más delicado. Honda, por su parte, también ha dado algún que otro paso en falso, pero lo ha hecho de una forma bastante más discreta que la de sus colegas.
En 2020 el Honda e se presentó despertando la curiosidad y la admiración de medio mundo. Su aspecto encantador y su interior digital se lanzaron como una revolución que no ha tenido tan buena acogida en el ámbito comercial ya que las ventas son prácticamente nulas. Hace apenas unos días se presentó el Honda e:Ny21. Entre esa maraña de letras, símbolos y números, el 1 corresponde a lo que ellos denominan como el primer eléctrico de su historia.
Durante la presentación del e:Ny1, el presidente de Honda en Europa, Katsuhisa Okuda, ha reconocido a Autocar que su estrategia eléctrica pausada es acertada. ¿El motivo? La infraestructura de carga. No es la primera vez que oímos algo así de un alto directivo japonés. Toyota siempre ha reconocido que lanzaría eléctricos cuando la tecnología y la red los hiciesen viables para todo el mundo. Honda tiene la misma mentalidad y, aunque acaban de presentar un nuevo modelo, para ellos la infraestructura de carga todavía no está lo suficientemente madura como para apostarlo todo al coche eléctrico.
Okuda declaró: “El ritmo de desarrollo de nuestros coches eléctricos es el mismo que el desarrollo de infraestructura, en términos de disponibilidad de carga pública”. “Al final”, dijo, “creemos que en 2040 o 2050, la infraestructura estará bien desarrollada y entonces nuestros muchos clientes podrán disfrutar de los vehículos eléctricos. Hasta entonces, nuestro híbrido enchufable es una buena opción para viajar. Es muy realista y práctico”. Por híbridos enchufables se refiere a los últimos lanzamientos que han acompañado al e:Ny1, los Honda CR-V y Honda ZR-V que estarán disponibles en Europa a finales de este año.