La Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, por sus siglas en inglés) ha indicado que la nueva revisión de la normativa europea de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos debería incluir que los híbridos enchufables dispusiesen de al menos 80 kilómetros de autonomía eléctrica.
En un documento, T&E ha señalado que la Unión Europea debería eliminar los incentivos que en la actualidad existen para que los fabricantes vendan este tipo de vehículos, al igual que pasa con los 'cero emisiones'. Según sus cálculos, esto permitiría que se vendiesen entre un 2% y un 8% más de coches 100% eléctricos.
Esto es debido a que la actual legislación obliga a los productores de vehículos a que la media de sus automóviles vendidos en Europa no genere más de 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. Sin embargo, para adaptarse a la misma, la Unión Europea concedió tres años, donde los coches que contaminen menos de 50 gramos por kilómetro computaban como dos ventas el primer año (que fue 2020), como 1,67 vehículos en el segundo (2021) y como 1,33 automóviles en el tercero (2022). Dentro de este baremo suelen entrar los híbridos enchufables, además de los eléctricos puros.
Además, la asociación ha instado a las autoridades comunitarias a que en la nueva legislación se aseguren de introducir criterios más estrictos para que los híbridos enchufables también tengan bajas emisiones mientras circulan por carretera, ya que de media son hasta cuatro veces más altas que las homologadas y en ocasiones hasta ocho veces más.
Entre otras solicitudes, T&E considera que el motor eléctrico de los híbridos enchufables debería tener igual o mayor potencia que su propulsor de combustión. Asimismo, indica que este tipo de vehículos electrificados debería disponer de carga rápida de al menos 50 kilovatios (kW).
"Estas medidas deben garantizar que los híbridos enchufables que se venden en la Unión Europea pueden generar los ahorros de CO2 necesarios y ayudar a la transición hacia la movilidad cero emisiones", ha reivindicado el organismo.
Para T&E, los híbridos enchufables que hoy en día se venden están más cerca de ser modelos de combustión que modelos eléctricos, por lo que es "urgente" que las nuevas normativas reflejen la cantidad de emisiones que estos coches expulsan cuando circulan por carretera.
"El aumento de las ventas de híbridos enchufables es una mala noticia para reducir las emisiones reales de CO2 de la flota de automóviles de la UE", ha lamentado T&E, ya que, a su juicio, a pesar de que estos modelos homologan a menudo menos de 50 gramos de CO2 por cada kilómetro recorrido, esta cifra se multiplica cuando circulan por carretera.