Las baterías de estado sólido son "más complicadas" de lo que algunos dicen, según este puntero fabricante, que pone una fecha más lejana

Aunque algunos fabricantes aseguran que tendrán baterías de estado sólido en 2-3 años, en Kia apuntan, como mínimo, a 2030.

Kia EV4 sedán.
Kia EV4 sedán.
27/02/2025 13:00
Actualizado a 27/02/2025 13:49

Las baterías de estado sólido son una de las grandes promesas, si no la más grande, en lo relativo a los coches eléctricos del futuro. Algunos fabricantes se están adelantando a los plazos que se manejaban hace apenas un par de años. Otros, sin embargo, son más reticentes, o conservadores. Kia está en este último grupo.

Las baterías de estado sólido tienen numerosas ventajas, superando en todo (o en casi todo) a las baterías actuales: almacenan más energía en menos espacio, así que se pueden hacer coches eléctricos más ligeros y con mayor autonomía. También se cargan más rápido, son mucho más seguras (es imposible que se inflamen) y tienen buena vida útil. Pero son muy difíciles de fabricar en serie y en gran número, y ahí radica su mayor problema.

Según el jefe de planificación de producto de Kia, Spencer Cho, las baterías de estado sólido no estarán listas, al menos en los eléctricos de la marca coreana, hasta 2030 como mínimo. 

El Grupo Hyundai (formado por Hyundai, Kia y Genesis) está desarrollando internamente sus propias baterías de estado sólido, con las tres marcas poniendo de su parte en el I+D. Pero según Cho, la complejidad de la tecnología "es más difícil" de lo que algunos actores de la industria dicen.

"Hay mucha incertidumbre sobre el progreso de las baterías de estado sólido", explica Cho. Aunque muchos fabricantes de automóviles han anunciado planes para las baterías de estado sólido, y algunos como Mercedes-Benz ya están probándolas en prototipos reales, "aún está por verse quién puede realmente ofrecer baterías confiables en volúmenes masivos".

Por eso, durante el tiempo que resta de década, el Grupo Hyundai se centrará principalmente en mejorar las baterías existentes, que desarrollan principalmente proveedores externos. Hyundai y Kia planean utilizar mayor proporción baterías de fosfato de hierro y litio (LFP), más baratas, pero dejando las celdas níquel, manganeso y cobalto para los eléctricos de mayores prestaciones.

Los japoneses van fuerte, otros rebajan las expectativas

Kia no es el único fabricante en mostrar cautela. Recientemente, BMW también bajó el suflé del estado sólido, apuntando de manera más conservadora. En el lado contrario están los fabricantes japoneses como Honda, Nissan y Toyota, que aseguran que tendrán lista esta tecnología a finales de esta década. También BYD está dando pasos de gigante en este sentido.

Honda dice que las baterías de estado sólido "cambiarán las reglas del juego". Espera que cuesten un 25 por ciento menos que las baterías de iones de litio actuales y que ofrezcan autonomías de hasta 1.000 kilómetros. Honda planificó la primera fase de producción piloto el mes pasado. 

Toyota, por su parte, dijo el año pasado que tendrá lista su tecnología de batería de estado sólido en 2027-2028, con la producción en masa "a gran escala" en 2030. Para lograrlo, contará con la ayuda del gigante petroquímico japonés Idemitsu Kosan. Y Nissan apunta también al año 2028. La primavera pasada empezó a construir su nueva planta piloto para estas baterías.

El principal problema de las baterías de estado sólido

Decíamos al principio que el principal problema de esta tecnología es fabricarlo a gran escala, pero también hay otros problemas inherentes a la propia tecnología que todavía han de solucionarse.

Los separadores cerámicos de la pila pueden agrietarse, y se pueden formar dendritas en el electrolito, formando una especie de masilla, cortocircuitando la batería. Luego está la fabricación en masa, que requiere (aún más) exhaustivos controles de calidad, lo que dificulta su escala.