Dicen que las desgracias nunca vienen solas. Hace apenas unos días saltaba la noticia de un importante incendio acontecido en las instalaciones de un suministrador de Toyota en la República Checa. El fuego de grandes proporciones causó grandes desperfectos, obligando al cierre de la fábrica de la marca japonesa en Kolin, por falta de componentes, durante cinco días. Hoy hemos podido saber que en Japón, Toyota se ha visto obligada a detener toda la actividad productiva ante un fallo en el sistema. La compañía no da plazos de cuándo podrá retomar la actividad, pero el problema podría suponer la pérdida de cientos de millones.
La semana pasada, un informe a escala global reconocía a la Corporación Toyota como el mayor fabricante de coches del mundo. Tras un primer semestre de 2023 de récord, la compañía nipona ha sido capaz de vender 5,4 millones de vehículos en todo el mundo, un 5,7% más que en el mismo periodo del curso anterior. Su hegemonía ahora se puede ver comprometida por una parálisis total en la cadena de montaje. Un fallo informático de extrema gravedad ha obligado a detener la producción durante tiempo indefinido.
Tal y como informa Automotive News, los japoneses creen que el problema reside en la solicitud de piezas dentro de la cadena de montaje. Las primeras investigaciones descartan un ciberataque, aunque por el momento no hay detalles confirmados. La realidad es que Toyota ha cerrado las 12 plantas que posee en Japón desde hoy martes. El cierre no ha afectado a las plantas del extranjero, aunque se está estudiando si estas también pueden verse afectadas por el fallo informático.
Las 12 plantas clausuradas, por tiempo indefinido hasta la detección y resolución del problema, representan un tercio de la producción mundial de Toyota. Según cifras oficiales, la producción diaria de Toyota, sólo en Japón, es de aproximadamente 13.500 unidades, incluyendo los modelos de Lexus, la marca prémium de la casa. El fallo ha sucedido en cadena. Primero se ha detectado en dos centros y, posteriormente, ha ido atacando a otras plantas. Cabe la pena recordar que Toyota es pionera en la gestión de inventarios Just in Time que reduce los costos, pero que presenta inconvenientes como los que viven actualmente.
Mientras tanto, Toyota lleva tiempo pensando en explotar la producción en uno de los países principales para la venta de vehículos eléctricos, China. Los japoneses buscan retrasar al máximo este paso, pero el peso del mercado chino ya no puede descartarse en una estructura global. El próximo año, si es que los problemas no afectan al calendario, será especialmente importante para Toyota. Se espera el lanzamiento de dos nuevos modelos de gran importancia. Por ahora, los conocemos bajo sus nombres conceptuales: bZ Sport Crossover y bZ FlexSpace. La revelación oficial tendrá lugar en 2024.