Desde hace varios años se sabía que en 2025 la Unión Europea impondría un nuevo límite de emisiones medias para las marcas automotrices. Concretamente, esta reducción supone situarse por debajo de los 95 gr/km, estando a día de hoy en 116 gr/km. La diferencia es de algo más de 20 gr/km, un margen que a muchas marcas les costará bastante alcanzar. Por ello, han sido muchas las que han lanzado una petición conjunta al estamento europeo para que esta sea retrasada o incluso retirada.
Concretamente, como bien es conocido, sobre ello habló hace unas semanas el propio CEO de Renault y, por entonces, presidente de ACEA, Luca de Meo; todo ello con el objetivo de que la Unión Europea fuese consciente de que serán muchas las marcas que recibirán importantes multas o sanciones. Sin embargo, todo esto no ha servido para mucho, ya que la Comisión Europea ha anunciado que sigue adelante con los planes e impondrá esta legislación en 2025.
La Unión Europea sigue adelante con su proyecto
Ha sido el medio Reuters quien ha sacado a la luz esta intención, ya que un representante de Política Climática ha confirmado tal hecho. Cuando se le preguntó si la Comisión estaba meditando sobre si dar marcha atrás a esta imposición, esta persona fue totalmente tajante al respecto: “No. La respuesta es no”. Con ello, quedan lejos los posibles augurios de una modificación o retraso en la misma. Llegará tal y como se publicó hace unos meses.
Desde Bruselas consideran que la imposición de estas normativas climáticas son extrictamente necesarias para cumplir los objetivos de emisiones máximas dentro de la región europea y que estas proporcionen un entorno más saludable. Del mismo modo, también esperan que sean las propias empresas las que se adapten a este nuevo límite de emisiones, ya que de no hacerlo repercutirá en importantes sanciones que podrían traducirse en costes de millones de euros adicionales.
Se espera que muchos de estos fabricantes no lleguen a tiempo para dicha barrera. De esta manera, desde ACEA han puntualizado que las marcas podrían enfrentarse a multas de 15.000 millones de euros por no poder cumplir con la legislación de 2025. Esto, justifica la asociación, haría que se desviase mucho dinero a pagos de sanciones en lugar de a invertir en nueva y más avanzada tecnología.
Desde el grupo político EPP (Partido Popular Europeo) proponen que 2025 sirva de mero aviso para que las marcas puedan ajustar estos límites en 2026 y 2027, dando así un margen de hasta tres años para su consecución. Sin embargo, parece que esto no será así y que la Comisión Europea está plenamente decidida a introducir esta legislación al margen de las peticiones de las propias compañías.