El Bugatti eléctrico y “barato”, más cerca de hacerse realidad

Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti, la marca ahora está ganando “un dinero decente” y necesita “justificarse con un argumento comercial, en lugar de solo hazañas de ingeniería”.

 Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti.
Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti.
18/11/2019 21:12
Actualizado a 02/12/2019 16:32

Stephan Winkelmann, CEO de Bugatti, negocia con el Grupo Volkswagen, propietaria de la marca, para poner en marcha una segunda línea "económica" que se basaría en modelos completamente eléctricos que, sin perder el carácter de marca premium y de lujo, aumentaría de forma considerable el volumen de ventas y las cifras de producción. Según el dirigente, ha llegado la hora de pensar en más en argumentos comerciales y menos en ingeniería.

El pasado mes de marzo, durante la celebración del Salón de Ginebra, la marca francesa propiedad del Grupo Volkswagen, anunció su intención de crear esta segunda línea de vehículos alternativos a los actuales de combustión, que tienen su máximo exponente en el Chiron, un superdeportivo que cuesta la friolera de 2,5 millones de euros.

Ahora, y según las declaraciones de su CEO Stephan Winkelmann a Bloomberg en una entrevista realizada en su sede de Berlín, las conversaciones con el grupo matriz sobre la inversión que supondría la creación de esta nueva línea de vehículos están cada vez más avanzadas: "la industria está cambiando en su esencia, y tenemos que abordar qué oportunidades hay para desarrollar Bugatti como marca en el futuro". Winkelmann, que anteriormente dirigió la marca Lamborghini, también propiedad del Grupo Volkswagen, está tratando de hacer que Bugatti sea lo suficientemente viable como para, incluso, sobrevivir fuera del grupo alemán ante la posibilidad de que el grupo matriz se plantee eliminarla. Desde el dieselgate de 2015, el Grupo VAG ha estado replanteándose su cartera de marcas para reducir la carga económica y redirigirla hacia los automóviles eléctricos y las tecnologías de conducción autónoma.

Bugatti Chiron

Esta segunda línea sería un gran turismo eléctrico o un SUV, en el que se podrían acomodar hasta cuatro ocupantes y cuyo precio estaría entre los 500.000 y el millón de euros. Sin embargo, asegurar la financiación para un proyecto de nicho como este, es una "lucha difícil", asegura Winkelmann.

Con esta propuesta de Bugatti, se demuestra que, incluso los fabricantes de automóviles desconectados de los vehículos cotidianos, están viendo llegar el final gradual del motor de combustión, con la diferencia de que, para Bugatti, se trata menos de las emisiones y más de la progresar e innovar.

Historia de Bugatti o como derrochar el dinero

Fundada por Ettore Bugatti, en 1909 en Molsheim, Francia, conociendo su máximo esplendor en las décadas de 1920 y 1930. Tras la segunda Guerra Mundial entró en dificultades económicas, aunque su prestigio le permitió seguir compitiendo con Maserati o Alfa Romeo durante las décadas centrales del siglo. Fue revivida bajo su ex presidente Ferdinand Piech en 1998, después de que fuese comprada por el Grupo Volkswagen, constituyéndose en el año 2000 la empresa Bugatti Automobiles SAS con base en Molsheim para gestionarla.

Bugatti es el exponente de la exageración en el diseño y en la sobreingeniería del Grupo Volkswagen. Esta circunstancia exige altos costes de desarrollo para un bajo volumen de ventas ya que hay pocas posibilidades de compartir piezas y tecnología con otras marcas. El Veyron fue considerado uno de los mayores derrochadores de capital en la industria automotriz.

Bugatti se plantea lanzar una segunda línea de modelos mas asequibles y eléctricos

Convertirse en una marca comercial

Sin embargo, Winkelmann afirma que Bugatti ahora está ganando "un dinero decente" y que la marca ahora necesita "justificarse con un argumento comercial, en lugar de solo hazañas de ingeniería". Después de establecer su último récord de velocidad a principios de este año con un derivado de Chiron que alcanzó los 483 km/h, Winkelmann asegura que Bugatti "ha terminado de alcanzar esos hitos de rendimiento y está buscando aumentar su caché como marca de lujo".

Actualmente, Bugatti fabrica unas 500 unidades del Chiron al año y 100 vehículos más totalmente personalizados. Un modelo más barato y eléctrico supondría la expansión de la marca muy por encima de esas 600 unidades al año. Sin ir más lejos, Winkelmann, fue el precursor para que Lamborghini decidiera añadir una versión híbrida enchufable como nueva variante del Urus, un SUV comercial con el que sigue la misma estrategia que ahora se plantea Bugatti.

El CEO del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, está presionando a las marcas de gama alta del grupo para que aumenten el retorno del capital que se invierte en ellos, para lo que ha integrado a Bugatti, Bentley y Lamborghini en un nuevo grupo liderado por Porsche. El desafío para Bugatti sería desarrollar un coche eléctrico con una autonomía significativamente mejorada y más tecnología que el Porsche Taycan, también. Cualquier vehículo nuevo de Bugatti probablemente tomaría prestado muchos componentes del Grupo Volkswagen, como la plataforma PPE (Premium Platform Electric), creada para ser empleada por Porsche, Bentley y Audi y que bajo la insignia de Bugatti, proporcionaría una experiencia amplificada.

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