La compañía Shell ha anunciado que comenzará a construir la mayor planta de hidrógeno renovable de Europa. Las filiales Shell Nederland y Shell Overseas Investments han tomado la decisión final para construir Holland Hydrogen I, que será la mayor planta de hidrógeno renovable de Europa una vez que esté operativa en 2025.
La planta se construirá en el Tweede Maasvlakte (Maasvlakte 2), la parte más nueva del puerto de Rotterdam. El electrolizador de 200 MW será el más potente instalado por Shell y está previsto que sea capaz de producir hasta 60.000 kilos de hidrógeno al día cuando esté a pleno rendimiento. La otra clave, además de esta gran cantidad, es que será hidrógeno verde, sin emisiones en su producción, generado a partir de fuentes de energía renovable.
La energía renovable necesaria para el electrolizador procederá del parque eólico marino Hollandse Kust noord, que también es (parcialmente) propiedad de Shell. Después el hidrógeno generado suministrará energía al Parque Energético y Químico de Shell en Rotterdam a través de la tubería HyTransPort1, donde se pretende sustituir parte del uso de hidrógeno gris en la refinería. Esto contribuirá a descarbonizar la fabricación de productos energéticos de la planta como la gasolina, el gasóleo y el combustible para aviones.
«Holland Hydrogen I demuestra cómo las nuevas soluciones energéticas pueden trabajar juntas para satisfacer la necesidad de energía más limpia de la sociedad. También es otro ejemplo de los esfuerzos y el compromiso de Shell para convertirse en una empresa con cero emisiones netas para 2050», ha dicho Anna Mascolo, vicepresidenta ejecutiva de soluciones energéticas emergentes de Shell. «El hidrógeno renovable desempeñará un papel fundamental en el sistema energético del futuro y este proyecto es un paso importante para ayudar a que el hidrógeno desarrolle ese potencial».
Además, dice Shell que el suministro de hidrógeno verde puede enviarse también hacia las nuevas infraestructuras de repostaje que se están abriendo (o abrirán), enfocadas principalmente a los camiones de hidrógeno de gran tonelaje, con el objetivo de ayudar a descarbonizar también el transporte comercial por carretera.
Recordemos que en varios países europeos ya se ha desplegado una flota de Hyundai XCIENT Fuel Cell, el camión rígido de hidrógeno de la firma surcoreana. Mercedes trabaja en el GenH2 Truck y Volvo Trucks ha presentado su primer camión de hidrógeno, con una autonomía de hasta 1.000 kilómetros y capaz de transportar cargas de hasta 65 toneladas. Por su parte, Toyota también trabaja en vehículos comerciales de hidrógeno y General Motors colaborará con Navistar para el desarrollo de este tipo de vehículos.
La ambición de Shell es «ayudar a construir una economía global del hidrógeno mediante el desarrollo de oportunidades en la producción, el almacenamiento, el transporte y la entrega de hidrógeno a los clientes finales». La aprobación de Holland Hydrogen I marca un hito importante en ese camino no sólo para los Países Bajos, sino también para Shell a nivel europeo y mundial. Actualmente, Shell posee y gestiona aproximadamente el 10% de la capacidad mundial de electrolizadores de hidrógeno, incluyendo un electrolizador de 20 MW en China y un electrolizador de membrana de intercambio de protones (PEM) de 10 MW en Alemania. Pueden generar, respectivamente, 3.000 toneladas y 1.300 toneladas de hidrógeno al año.