Estamos inmersos en la Transpyr 2024 con la nueva Orbea Rise SL M10, el modelo que está justo en el medio de la gama del acabado SL: son 7.999 € lo que piden por esta joya aunque, en nuestro caso, ha sufrido un ‘upgrade’ al incorporar la batería de 630 Wh de capacidad (en lugar de la 420 Wh que viene por defecto) y también el Range Extender de 210 Wh. En total, llevamos encima 840 Wh. El montante pedido por Orbea de esta manera asciende a 8.648 €. El motor es el nuevo Shimano EP8 RS de 85 Nm.
Y, ¿cuál es ‘la misión’ de realizar esta imponente carrera con la nueva Orbea? Podíamos habernos ceñido a rodar kilómetros y kilómetros en nuestros caminos habituales para acumular experiencia con ella y transmitirla de primera mano, como habitualmente hacemos. Pero, gracias a la amabilidad de Orbea y de la organización de la Transpyr, estamos teniendo la oportunidad (¡y la suerte!) de participar en la categoría E-Transpyr C2C que está reservada a eBikes. Y es una manera excelente de ver hasta dónde llega la nueva Rise que, según la marca, es más eficiente a la hora de consumir, por lo que la autonomía, con respecto a la anterior versión, se ha aumentado.
Nosotros, con esta prueba, queremos demostrar lo siguiente: participar en condiciones ‘normales’, es decir, como lo haría cualquier usuario, sin la presión de ver hasta dónde llegan las posibilidades de su batería, y además ver si somos capaces de realizar todas las etapas con la batería interna. Porque en nuestro entorno habitual es muy fácil salir a ‘no’ consumir; rodar siempre en modo Eco, quitar de vez en cuando la asitencia, hacer salidas de 50-60 km y extrapolar las conclusiones a rutas de mayor envergadura para emitir un veredicto que, con casi total seguridad, sería muy favorable a la Rise pero, seguramente, no mostraría la realidad de un usuario ‘estándar’.
Ya sabemos que la Orbea Rise es una bicicleta ‘light’ que busca un perfil de ciclista que quiere exprimirse, ‘tirando’ poco de motor. Pero la nueva Rise 2025 ha ido un poco más allá en busca, creemos, de usuarios que, tentados por las bondades de un concepto ‘light’, siguen demandando suficiente potencia y autonomía por si las fuerzas fallan. Y ahí Orbea ha dado con la 'piedra filosofal' con el nuevo motor: sigue manteniendo su concepto light (entrega potencia en función de la cadencia de pedalada) pero con un nuevo modo Boost que llega a ofrecer hasta 85 Nm de par. El nuevo motor Shimano EP8 RS mantiene las características conocidas en todos sus modos de potencia (e incluso se sigue pudiendo personalizar al máximo) a excepción del mencionado modo Boost, que es como un ‘seguro de vida’ para cuando las cosas se ponen feas, es decir, para esas subidas imposibles.
Nuestra misión en esta prueba es no ceñirnos a gastar poco, si no a disfrutar de la prueba, echando mano a la potencia necesaria en cada momento y ver hasta dónde llegamos con la batería de 630 Wh, sabiendo, claro está, que contamos con el Range Extender de 210 Wh por si acaso. ¿Terminaremos cada etapa sin tocar el Range Extender y sin estar, además, constantemente en el modo Eco? Hay etapas de más de 120 km y 3.000 mts de desnivel positivo... veremos. Además, la prueba que vamos a realizar se ha endurecido por un percance sufrido 15 días antes del comienzo de la Transpyr: y es que acudimos con un esguince en el tobillo algo que, de momento, nos está obligando a llevar pedales de plataforma (sin calas), lo que hará que tengamos que 'tirar' un poquito más de motor...¡se lo estamos poniendo difícil a la Orbea Rise!
Toma de contacto en nuestros caminos habituales
Durante un par de semanas previas a la carrera hemos podido realizar rutas con la Orbea Rise SL M10 por nuestro entorno habitual: generalmente hemos rodado en el modo Eco pero, en subidas de cierto desnivel (a partir del 10-15%) hemos echado mano al modo siguiente (Trail) para subir un poco más ligeros. Y, viendo el kilometraje, el desnivel y la batería con la que llegábamos a casa, creemos que nuestro reto va a ser posible. Comentar que, a nuestra Rise, desde fábrica han personalizado los modos de asistencia, contando, en el perfil RS+ (el que lleva la opción Boost de 85 Nm) con 4 modos: el Eco que aporta hasta 20 Nm, un primer modo Trail hasta 30 Nm, un segundo modo Trail que llega hasta 42 Nm y el mencionado Boost de 85 Nm.
Sobre el papel ya se ve que es una configuración poco ‘gastona’, con poco par motor en los 3 primeros modos (el Boost no se puede modificar): se podría subir, si así lo deseamos, un poco el aporte y también aumentar (o disminuir) el número de modos de asistencia. Pero lo hemos dejado tal como está para poder movernos en los 3 primeros sin consumir mucho. En este sentido, las posibilidades de personalización del motor Shimano EP8 RS son una gran ayuda para gestionar tanto el consumo como nuestro esfuerzo. Por cierto, todo esto es posible en nuestro propio Smartphone gracias a la App E-Tube Project de Shimano.
La versión de la Rise que nos han cedido es la SL, es decir, la más ‘trail’ de las dos existentes que, debido al terreno por el que nos vamos a mover en esta carrera, que basa su dureza en el kilometraje y en los fuertes desniveles positivos más que en una dureza técnica extrema en los caminos, creemos que es más recomendable que la versión LT de largos recorridos.
Y es que nuestra SL M10 tiene 140 mm de recorrido en ambos ejes y una geometría bastante lanzada que nos ha permitido completar secciones casi de Enduro con total tranquilidad. Comentar que nuestra protagonista es talla M y que, por ejemplo, ofrece cotas muy actuales, como la dirección a 65,5º y los ejes a 1.220 mm, suficiente para aportar un gran aplomo bajando sin perder ni la reactividad ni la aceleración que todo modelo trail ha de tener.
¿Qué sabemos de la Transpyr?
Llevamos desde que comenzamos el artículo hablando de esta prueba y, posiblemente, no todos sepamos de qué trata. La Transpyr, que este año celebra su 14ª edición, es una carrera por etapas, concretamente siete, y que son las necesarias para cruzar los Pirineos desde el Mar Mediterráneo hasta el Océano Atlántico. Durante estas siete etapas se recorrerán un total de 742 km, con un desnivel positivo acumulado de ¡17.900 mts!. Una dura prueba para la nueva Orbea Rise SL.
“Esto no es una carrera al uso dónde la velocidad pura es la clave. Es más bien una prueba de alta resistencia con componentes competitivos y gran peso del control mental. Por ello, tomar riesgos en las bajadas y en las zonas técnicas os puede ahorrar algo de tiempo pero fácilmente también perder las opciones de ser 'Finisher' e incluso conllevar consecuencias mucho peores”, leemos en la nota que el propio director técnico de la prueba, Francesc Sallent, ha mandado a todos los participantes.
“Circular con cuidado, alcanzar la meta cada día como objetivo, comer e hidratarse con cuidado y descansar lo suficiente tendrá resultados positivos, mientras que descuidar estos aspectos probablemente nos conducirá a tener que abandonar”, seguimos leyendo en la misma nota informativa.
Lo que está claro es que esta prueba es para tomarla muy en serio: el nivel físico y mental ha de ser alto. Pero también es cierto que la dureza es algo menor con las bicicletas eléctricas ya que con ellas se realiza exactamente la misma ruta que hacen las mountain bikes ‘pulmonares’: gracias a la inestimable ayuda del motor, usuarios que de ninguna manera se plantearían realizar una prueba de esta envergadura, pueden tomar parte y disfrutar de los maravillosos paisajes que se encuentran en Los Pirineos, tanto en la vertiente española como en la francesa.
Sí, porque nuestra aventura ha comenzado en Roses (Girona) y acabará en San Juan de Luz (Francia): tendremos 3 etapas en España, otras 3 en Francia y 1 que tocará los dos territorios. No obstante, al finalizar esta hermosa carrera por etapas, realizaremos un reportaje en el que contaremos nuestras experiencias tanto con la bicicleta como con la prueba en sí, ya sea a nivel organizativo como ‘sensorial’. Decir que, por el momento, la nota está siendo de 10.