Cada vez hay más coches eléctricos en circulación y el número crecerá a mayor ritmo. Aunque las estimaciones varían dependiendo de quién las haga, se calcula que alrededor del 70% de todos los coches nuevos en Europa serán eléctricos para el año 2030. Esto significa, entre otras cosas, que se necesitarán muchas más baterías que hoy en día y, al mismo tiempo, irán quedando obsoletas muchas otras. Aquí entra en juego el reciclaje de baterías y Bosch ya está preparando la tecnología para llevarlo a cabo de manera automatizada.
Para ser más sostenibles a nivel medioambiental, son fundamentales el reciclaje y la economía circular. No se pueden extraer materias primas de manera indefinida (sostenibilidad aparte, los recursos son finitos), así que es importante recuperar el litio, el cobalto, el níquel, el manganeso o el grafito de las baterías antiguas. Recuperar y reutilizar estos materiales requiere de un proceso caro, pero Bosch ya está desarrollando los equipos necesarios para automatizar parte del reciclado, reduciendo el coste y agilizando el proceso.
La filial Bosch Rexroth ha comenzado a suministrar a Battery Lifecycle Company el primer sistema totalmente automatizado de Europa para descargar de electricidad y desmontar módulos de batería. Se empezará a utilizar en unas instalaciones pioneras, donde se probará con baterías usadas de diferentes fabricantes. El sistema de Bosch es capaz de reconocer diferentes diseños de baterías, las descarga completamente en pocos minutos y las prepara para su procesamiento posterior.
Sólo se necesitan unos pocos minutos para descargar completamente un módulo. Según Bosch, en menos de 15 minutos se descargan automáticamente ocho baterías de iones de litio de un coche eléctrico. Con el proceso manual que se usa actualmente, se tarda hasta 24 horas en descargar una sola batería.
Además de las estaciones de descarga de módulos de batería completamente automatizadas, se incluyen estaciones de trabajo ergonómicas para el análisis técnico y el desmontaje seguro de la batería, así como sistemas para el transporte de baterías de diferentes tamaños y masas.
Es decir, con este sistema aumenta considerablemente la velocidad del reciclaje de la batería, con lo que se incrementa la eficiencia económica del proceso (menos tiempo significa menos dinero). Además, mejora la seguridad, al no necesitar humanos implicados directamente en el proceso de descarga. Cada uno de los transportadores de piezas de la nueva planta, situada en Magdeburg (Alemania), puede acarrear hasta 150 kilos de materiales de batería a una velocidad de 18 metros por segundo.
El proyecto modelo en Magdeburg es el primero en utilizar esta solución de descarga de Bosch, que ha tenido en cuenta hasta el último detalle. Tanto es así que la energía residual de los módulos se puede utilizar para operar el propio sistema de reciclaje y aumentar así la sostenibilidad de toda la cadena productiva.
Esta nueva fábrica de Battery Lifecycle Company tiene previsto reciclar hasta 15.000 toneladas métricas al año de materiales esenciales para baterías. Con los métodos más avanzados de la actualidad, se puede recuperar hasta el 95-96% de las materias primas que contiene una batería antigua. Está previsto que la planta entre en funcionamiento en el verano de 2023, donde también utilizarán tecnología de Bosch para la producción de baterías nuevas (recicladas) en el sitio.
Según el Fraunhofer Institute for Systems and Innovation Research, para 2030, Europa requerirá una capacidad de reciclaje de hasta 420.000 toneladas métricas de material de batería cada año. Para el año 2040, los sistemas técnicos necesarios para el reciclaje requerirán una inversión de más de 6.000 millones de euros solo en Europa.
