En China son muchos los fabricantes que ya incluyen complejos sistemas de inteligencia artificial destinados a conceder conducción autónoma a sus vehículos. Ejemplo de ello son coches como el propio Xiaomi SU7 (en sus acabados más altos) o el NIO ET5, entre otros. Estos cuentan con una serie de sensores y cámaras de última generación sobre el techo. Aunque a día de hoy,todavía no sirven para nada más allá que ofrecer ayudas o apoyo a la conducción, en un futuro será la clave para la autonomía total de estos.
El potencial que tiene este hardware es muy elevado, el cual se está quedando a medias por culpa de la propia legislación que impide su exposición completa. Además de los modelos y marcas ya mencionados, en China también existen otros ejemplos de ello, como BYD, Changan, XPeng, GAC, SAIC, BAIC, BluePark, China FAW Group o Yutong, entre otros.
Sin embargo, ahora, el gobierno chino está virando en favor de estas y ya ha dado luz verde a todas ellas y otras empresas para que comiencen a trabajar en la conducción autónoma de sus coches en carreteras abiertas.
China se abre a la conducción autónoma de Nivel 3
Esto sucede unos meses más tarde de que el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información de China comenzase a aceptar solicitudes de compañías para probar la tecnología de la conducción autónoma en sus coches eléctricos. A todas ellas se les permitirá a partir de ahora rodar con sus modelos fuera de carreteras restringidas, como venía sucediendo hasta ahora.
El programa de pruebas será supervisado de cerca por el mencionado ministerio chino, especialmente para velar por la seguridad, no sólo de sus ocupantes, sino también de los que se encuentren a su alrededor.
Esta legislación, además de a las propias marcas chinas, también abre la puerta a que otras compañías con sede y factorías en el país puedan comenzar con sus pruebas, tales como Tesla, por ejemplo. El pasado mes de mayo, Elon Musk sugirió que la marca que regenta podría lanzar una flota de Robotaxis autónomos en China justo antes de comenzar con sus ventas de forma masiva.
Ante esta propuesta, el gobierno del país se mostró abierto a la idea. No obstante, para ello aún quedaría bastante tiempo, ya que Tesla deberá hacer antes todos los deberes, como finalizar el desarrollo de su hardware y software, así como trabajar mano a mano con el ministerio chino.
Pero Tesla no sólo ha mirado con interés a China con esta propuesta por su Robotaxi, sino también con otros vehículos, como el Model 3 o el Model Y, los cuales ahora podrán integrar funciones de conducción autónoma que hasta ahora no estaban contempladas por la ley.
Una vez más, China toma la delantera a Europa donde todavía están totalmente prohibidas las pruebas de conducción autónoma de vehículos eléctricos, salvo en ciertos espacios de ciudades concretas (especialmente en Alemania). ¿Será este el detonante para que el Viejo Continente se abra también a esta tecnología sobre carreteras abiertas? Próximamente podrían despejarse las dudas.