Uno de los debates a la hora de hablar de coches eléctricos tiene que ver con las emisiones y la contaminación. Y ahí radica una de sus mayores ventajas. Que se lo digan a los chinos, que han pasado de tener ciudades irrespirables a tener un aire limpio gracias a la adopción masiva de coches eléctricos. Sus ventajas medioambientales están sobradamente demostradas, pero si estos datos siguen sin convencerte, presta atención al ahorro que suponen para tu bolsillo.
Pasarse a un coche eléctrico tiene una ventaja económica en cuanto al coste de utilización, es decir, el ahorro en combustible (o energía, si se prefiere decir así). Puedes ahorrar mucho en costes diarios comparado con un coche de combustión, tanto más cuanto más kilómetros realices.
Aunque los eléctricos tienen normalmente un precio de compra inicial más alto, cada vez hay más eléctricos con precios equivalentes a modelos similares de combustión. Una vez descontadas las ayudas del Plan Moves III y la deducción fiscal en el IRPF, en bastantes casos un eléctrico cuesta incluso menos.
Y a eso tenemos que añadir que los gastos por kilómetro recorrido son considerablemente menores, especialmente si se aprovechan las tarifas de electricidad especiales, por no hablar de placas solares. El mayor ahorro se consigue cargando el coche en casa, pues la recarga pública es cara, pero, ¿cuánto dinero puedes ahorrar exactamente?
En este artículo, analizamos los costes en varios escenarios diferentes frente a un coche de gasolina y otro diésel, teniendo en cuenta los precios de la electricidad según el tipo de carga que utilicemos.
Precio de la energía
Cuando hablamos del precio de la electricidad, se abren varios posibles escenarios: mercado regulado, mercado libre, tarifas planas, tarifas nocturnas... El precio varía en función de lo que tengamos contratado. Si la vivienda cuenta con placas solares, todo o parte de este rollo se simplifica.
En el mercado regulado, el precio de la luz varía cada hora en función del mercado mayorista. Normalmente se ofrecen tarifas de discriminación horaria por tramos: valle, llano y punta. Las horas valle, normalmente por la noche y unas pocas horas a mediodía, son más baratas. En las horas pico, el precio de la luz es mucho más alto.
En España tenemos la ventaja de que, cuando hay mayor producción de fuentes renovables, tenemos energía muy barata. Pero en días de poco sol y poco viento, hay que recurrir a la generación con gas y el precio se dispara.
En el mercado libre, o de discriminación horaria, pagaremos un precio pactado previamente con la comercializadora. Generalmente se paga un precio más alto por kWh durante las horas pico, pero uno mucho más bajo por la noche. La noche es el momento ideal para cargar el coche eléctrico, ya que (normalmente) no estaremos utilizándolo y la energía tiene un coste más bajo.
Con el combustible hay menos opciones. Como mucho, puedes elegir la gasolinera donde repostar, pero el precio no se puede negociar más allá.
Escenario base: los vehículos comparados
Para simplificar el estudio, tomaremos como base un solo tipo de coche térmico, en este caso diésel por ser mayoría en el parque automovilístico español (todavía son el 60%, aproximadamente). Si lo comparásemos con un gasolina, la diferencia a favor del eléctrico sería todavía mayor por el mayor consumo de combustible.
- Coche diésel: consumo medio de 6 litros/100 km. Precio del combustible: 1,65 €/litro.
- Coche eléctrico: consumo medio de 18 kWh/100 km, con precios de electricidad variables.
Para los precios de la electricidad tomaremos varios escenarios, desde el más favorable (placas solares en la vivienda) hasta el más caro (recarga rápida en un cargador de acceso público).
- Placas solares: 0 €/kWh
- Tarifa vehículo eléctrico: 0,04 €/kWh
- Tarifa nocturna: 0,10 €/kWh
- Carga rápida pública: 0,45 €/kWh
Coste de hacer 100 kilómetros: diésel vs eléctrico
Diésel. El coste de hacer 100 kilómetros es fácil de calcular: 6 litros/100 km × 1,65 euros/litro de combustible = 9,9 euros/100 km.
Coche eléctrico. Aquí entran en juego los diferentes escenarios que planteábamos antes: placas solares, tarifa especial para vehículos eléctricos, tarifa nocturna estándar o carga rápida.
Tipo de coche | Coste cada 100 km |
Diésel | 9,90 euros |
Eléctrico - placas solares | 0 euros |
Eléctrico - tarifa especial VE | 0,72 euros |
Eléctrico - tarifa nocturna | 1,50 euros |
Carga rápida pública | 8,10 euros |
Coste anual con 15.000 km recorridos
Suponiendo que conduces 15.000 kilómetros al año, una cifra bastante fácil de superar, los números son aún más reveladores. En este caso hablamos de varios miles de euros en combustible, y sólo unos pocos cientos si cargamos el coche eléctrico por la noche.
Tipo de coche | Coste anual en combustible/electricidad |
Diésel | 1.485 euros |
Eléctrico - placas solares | 0 euros |
Eléctrico - tarifa especial VE | 108 euros |
Eléctrico - tarifa nocturna | 225 euros |
Carga rápida pública | 1.215 euros |
Ahorro económico del eléctrico frente al diésel
Si tienes placas solares, el ahorro en energía es del 100%, lo que supone cerca de 1.500 euros anuales. Bien es cierto que la instalación de las placas requiere un desembolso previo, aunque están subvencionadas hasta el 80%, según la Comunidad Autónoma. Dependiendo de la región, también tienen otros incentivos como bonificaciones en el IBI de la vivienda.
Con una tarifa especial para vehículos eléctricos, cargando durante las horas más asequibles, estaremos ahorrando unos 1.370 euros anuales, cerca del 93% respecto a un coche diésel. Suponiendo que cambias de coche a los 12 años (tendría 180.000 kilómetros con los cálculos que estamos utilizando), habremos ahorrado más de 16.400 euros. Suponiendo que el combustible no se encarezca más que la electricidad...
Con una tarifa nocturna estándar, aprovechando para cargar en el tramo de menor coste, ahorrarás unos 1.260 euros cada año.
Con la carga rápida el ahorro es menor: unos 270 euros al año con los cálculos que hemos hecho. No obstante, este tipo de carga se suele realizar solamente en viajes largos, es decir, de manera puntual.
Otros factores a considerar
Los eléctricos también tienen menor coste en mantenimientos. Quizá hayas escuchado que no necesitan mantenimiento, pero sí necesitan revisiones periódicas y mantenimientos, aunque son menos costosos que en un coche con motor de combustión. Los eléctricos no necesitan cambiar el aceite del motor regularmente, ni hacer la distribución ni cambiar las bujías o el embrague... Pero necesitan cambios de pastillas de freno, del líquido de frenos y la dirección, del aceite de la transmisión o de las escobillas limpiaparabrisas, entre otros.
Los valores que hemos tomado son orientativos. En función del uso y del tipo de coche, hay modelos diésel que gastan menos de esos 6 litros, igual que hay eléctricos que gastan mucho menos de los 18 kWh/100 km que hemos tomado como referencia. Entre ellos se incluyen los Tesla, los eléctricos más vendidos. Por ejemplo, el consumo medio de un Tesla Model 3, incluyendo autovía, puede quedarse por debajo de 14 kWh cada 100 km haciendo un uso normal.
Vale la pena el cambio
La pregunta no es si ahorrarás con un coche eléctrico, sino cuánto. Y si te pones a hacer números, verás que pueden ser muchos euros al año. Si haces 15.000 kilómetros o más, hablamos de miles de euros. Incluso en el peor de los casos, utilizando únicamente cargadores públicos, el eléctrico sigue siendo más barato a largo plazo. Esto sin contar con la ventaja de reducir tu huella de carbono y contribuir a un aire más limpio a tu alrededor, aunque no sea tu prioridad.