El lunes, en su primer día en el cargo, el presidente Donald Trump declaró la guerra a los coches eléctricos. En una de sus primeras órdenes ejecutivas el 47 presidente de los Estados Unidos dejó clara su intención de reducir las ayudas gubernamentales, de hasta 7.5000 dólares, por la compra de coches eléctricos. También ha asegurado que relajará las regulaciones sobre la contaminación de los vehículos de combustión y, en términos generales, ataca con dureza las políticas de la era Biden que están ayudando a impulsar el crecimiento de los vehículos eléctricos en Norteamérica. Rivian podría verse afectada por este nuevo rumbo político, sin embargo, su fundador y director ejecutivo, RJ Scaringe, no parece demasiado preocupado por el impacto.
Durante una entrevista a InsideEVs, el empresario ha dejado clara su postura: “pasamos mucho tiempo hablando de las finanzas a corto plazo, pero estamos construyendo un negocio para las próximas décadas”. Scaringe ha añadido que sigue convencido y comprometido con que la transformación eléctrica del transporte llegará algún día, “entonces, ¿a quién le importa?”. Sin embargo, también ha reconocido que la llegada de Trump a la Casa Blanca complicará un poco el camino. Un camino que de por sí está siendo más complicado de lo que esperaban. En 2024 matricularon apenas 50.000 vehículos y, por el momento, la empresa todavía no ha generado beneficios. Recientemente ha firmado un gran acuerdo de colaboración con Volkswagen.
Scaringe está confiado a pesar de los cambios de gobierno
Scaringe considera que si los fabricantes de automóviles rivales priorizan las consideraciones financieras inmediatas y no invierten lo suficiente en vehículos eléctricos, su compañía puede beneficiarse, pero dejaría a Estados Unidos en una posición muy rezagada frente a la transición global con un mercado eléctrico subdesarrollado y sin suficientes opciones para los consumidores. "Si estás optimizando puramente la rentabilidad para los próximos dos años y eres un fabricante tradicional, podrías fácilmente hacer que la hoja de cálculo diga duplicaremos la combustión o duplicaremos la apuesta por los híbridos,creo que es un gran error a largo plazo".
Durante dicha entrevista, Scaringe ha lanzado una advertencia a sus rivales y colegas. “Siempre les digo esto a mis amigos que dirigen grandes empresas automovilísticas: No dejen de invertir o en la siguiente década os encontraréis patas arriba. Rivian, Tesla, los chinos… estamos totalmente centrados en los coches eléctricos, y si eso sólo es el 10% de tu trabajo como fabricante de automóviles, en 10 años estarás en una situación difícil”. Sin embargo, la realidad es que cada vez más compañías automovilísticas retrasan las agendas eléctricas en un claro cambio de rumbo. Las matriculaciones globales han crecido, aunque no en todos los territorios.
Estados Unidos y Europa han reducido su cuota de mercado. Muchos países han eliminado las tan necesarias ayudas públicas. Alemania y Francia son las regiones europeas que más han contribuido al repliegue eléctrico. La situación en España, actualmente, es muy inestable. Las ayudas pueden acabarse repentinamente tras los problemas del Gobierno para aprobar la continuidad del Plan MOVES III. La cancelación de las subvenciones públicas sería un duro contratiempo para nuestra industria, ya de por sí una de las más rezagadas de la Unión Europea.