El caso del Mercedes Clase G es totalmente atípico y escapa a cualquier razón que se pueda tener o aplicar. Se trata de uno de los todoterrenos más impresionantes del mundo. Uno de los 4x4 más auténticos y legendarios que hoy todavía pisan el asfalto. A pesar de su tamaño, su elevada e innecesaria potencia y de su disparatado precio, es un éxito de ventas. Mercedes no da a basto para fabricar todas y cada una de las unidades vendidas. La lista de espera es enorme, pero hay una versión que no parece interesar a nadie. El Mercedes Clase G eléctrico es, posiblemente, el mejor todoterreno eléctrico del mundo, pero se puede decir que es un fracaso.
Fue allá por julio del 2021 cuando Mercedes confirmó oficialmente el desarrollo de un Clase G eléctrico. Tras muchos rumores y filtraciones los de Stuttgart anunciaron a su coche eléctrico más especial e impresionante. Durante los tres años siguientes fuimos conociendo poco a poco un proyecto prometedor. Se especuló con todo tipo de posibilidades. Desde revolucionarias baterías de sodio a versiones más pequeñas que hoy han quedado confirmadas por parte de la marca de la estrella. Habrá un mini Clase G eléctrico para aquellos que no pueden acceder a su hermano mayor, que son unos cuantos.

Los Clase G de combustión se venden casi 7 veces más
En abril de 2024 el Clase G eléctrico se presenta en sociedad, siendo el primer modelo electrificado de la familia Mercedes en emplear la nueva denominación específica para las unidades eléctricas. Mercedes Clase G 580 con Tecnología EQ. Ya desde el primer momento, con sólo leer las cifras, llamó la atención de todo el mundo. La batería más grande de Mercedes con 116 kWh de capacidad neta le permite homologar una autonomía de hasta 455 kilómetros (ciclo WLTP). Sus cuatro motores lo convierten en el todoterreno más poderoso que existe. Mercedes ha sido capaz de desarrollar tecnologías tan increíbles como innecesarias, como el G Tourn que hace girar al coche 360º sobre su propio eje.
A pesar de las muchas y espectaculares cualidades, el Clase G eléctrico está siendo un fracaso de ventas tal y como demuestran las cifras publicadas por un medio alemán. Desde su puesta de largo, Mercedes sólo ha vendido 1.450 unidades en todo el mundo, en comparación con las 9.700 unidades matriculadas por las variantes de combustión coronadas por el extraordinario G 63 firmado por AMG. Es decir, la balanza está a favor de la combustión a razón de casi siete a uno. En China sólo se han matriculado 58, mientras que en Estados Unidos no se ha entregado ni una sola unidad. Sencillamente, a pesar de sus cualidades, el coche no convence a sus potenciales clientes.

El ya mencionado medio cita a un gerente de un concesionario que ha declarado: “el coche es como un plomo para los concesionarios, un completo fracaso”. La casa guarda silencio al respecto, pero es evidente que su bestia eléctrica no está consiguiendo tener la popularidad que esperaban. ¿Cuál es el motivo? Principalmente tres. El primero es la autonomía real, difícilmente superior a los 300 kilómetros en condiciones normales. Lo segundo es el precio. Desde 196.221 euros en España. Por último es la filosofía. El cliente actual de un Clase G busca distinguirse del resto del tráfico y para ello nada mejor que un poderoso motor V8 de casi 600 caballos. Es ridículo, pero es el capricho de quien sí puede pagar tanto dinero.