Europa se ha propuesto ser el líder mundial de la electrificación. El Viejo Continente ha promovido normas y políticas que hacen del coche eléctrico el único sistema de movilidad posible. En 2035 no podrá, salvo excepciones, comprarse un coche nuevo con motor de combustión. Si bien las ventas de coches eléctricos todavía no han terminado de desnivelar la balanza, hay un país europeo que está demostrando que es posible cambiar nuestra forma de movernos, Noruega. Su capital, Oslo, acaba de aplicar una nueva norma relativa al transporte público. Ya sólo circulan taxis eléctricos, aunque también hay excepciones.
No es ningún secreto que Noruega se ha convertido en la capital mundial del coche eléctrico. El país ha logrado transformar su plan de movilidad en pocos años y con gran éxito, aunque hay truco. Noruega es uno de los países, el mayor de Europa, con mayores reservas de petróleo del mundo. Una gran fuente de dinero que el Gobierno ha sabido dirigir y aplicar correctamente para transformar el parque de vehículos a base de subvenciones y ayudas efectivas que han permitido a sus habitantes apostar por el coche eléctrico. También les ha favorecido la escasa densidad de población y el reparto de la misma. Muchos de sus habitantes tienen la suerte de poder vivir en chalets o domicilios particulares donde es mucho más fácil instalar un punto de carga.
Noruega, el paraíso del coche eléctrico
A pesar de las ‘facilidades’ geográficas con las que cuenta Noruega no se puede obviar el buen trabajo de educación de sus gobernantes. Todos los pasos dados en los últimos años, apoyados por el dinero del petróleo, han permitido cambiar la red de transporte nacional. Los conductores particulares ya disfrutan de una movilidad libre de emisiones y ahora los organismos públicos tienen que rendir con el ejemplo. Oslo, la capital, sólo permite la circulación de taxis eléctricos. La normativa fue aprobada en 2019 y finalmente regulada en 2020. Entonces se fijó un plazo de adopción que ya se ha terminado.
A partir del 1 de noviembre de 2024 quedaba prohibida la circulación de taxis que no fuesen eléctricos dentro del término municipal. La única excepción se aplica a aquellos taxis que tengan que acudir a la ciudad a realizar algún servicio. El cambio se ha realizado sin dramas ni grandes quejas. El país ha adoptado el coche eléctrico como una parte natural y esencial de su existencia. Noruega sirve de ejemplo para todo el mundo. Este mismo verano Shanghái aseguró que planea electrificar su flota de transporte público para 2027. Millones de taxis y autobuses se pasarán al formato eléctrico. Otros países y ciudades europeas, como Madrid, subvencionan la adquisición de vehículos CERO o ECO para realizar funciones de transporte público.
En Noruega no ha sido tan dramático el cambio porque desde hace años las matriculaciones eléctricas asociadas al servicio del taxi son elevadas. El año pasado, la penetración de los vehículos eléctricos en el mercado nacional fue del 88%, ligeramente superior al 82,4% de las matriculaciones de vehículos nuevos en general. En Bergen y Stavanger, todos los taxis nuevos fueron eléctricos en 2023. En Trondheim, la proporción de taxis nuevos que eran eléctricos fue del 97%, mientras que en la capital, Oslo, fue del 90%. Estas cifras proceden de la Administración de Carreteras Públicas de Noruega. Se estima que en el país ya circulan más coches eléctricos que térmicos.