Hace apenas unas horas, la Unión Europea ha certificado la relajación en sus medidas anticontaminantes para los próximos años. Recordemos que, en el presente 2025 se estrenó una rebaja en la media de emisiones medias permitidas. Esta medida hizo que muchos fabricantes se quejasen y pidiesen más tiempo para acatar el nuevo límite. Desde el ejecutivo europeo han escuchado a las marcas y han llevado a cabo una relajación.
Concretamente, las nuevas medidas de la UE hace que los fabricantes puedan compensar las emisiones de CO2 de sus coches nuevos con los valores obtenidos en los dos años siguientes. Esto quiere decir que los excesos que tengan en 2025 podrán compensarse con las mejores cifras de 2026 y 2027, haciendo así un cómputo general y no por año.

Buenas noticias para las marcas pero malas para los grupos de presión
Estas nuevas medidas han sentado bastante bien en el sector automovilístico. Sin embargo, no ha sido así para los diferentes grupos ecologistas que presionan para obtener el ansiado cero neto en las emisiones de carbono. Concretamente, una de ellas ha sido la Organización de Investigación Ambiental y Consejo Internacional de Transporte Limpio (ICCT).
Según esta organización, la Unión Europea ha tomado una muy mala decisión al respecto. “Esta flexibilidad supone un revés para la estrategia europea de transporte limpio”, apuntó Peter Mock, director de ICCT Europa. También apuntan que, con el nuevo reglamento de la UE, los fabricantes podrán superar los límites de emisiones para 2025 y después compensarlos en 2026 o 2027.
Esto podría traducirse en más vehículos de combustión recorriendo las calles de Europa, lo que conllevará a una mayores emisiones en todo el territorio. Estas emisiones adicionales, según sus datos, podrían oscilar entre 26 y 51 megatoneladas de CO2, aproximadamente lo expulsado por todo un país como Dinamarca en todo un año.

Tampoco ha sentado bien al grupo ecologista Transport & Environment (T&E), pues han calificado a esta rebaja como “un regalo innecesario para la industria automovilística, ya que las ventas de coches eléctricos están aumentando rápidamente”. Aseguran que estos nuevos objetivos retrasarán la transición hacia la movilidad eléctrica en todo el territorio.
“Es irónico que la UE esté suavizando los objetivos de emisiones para la industria automotriz mientras las ventas de coches eléctricos están en auge. Este retraso ayudará a la industria a bajar el ritmo. Frenarán las inversiones en coches eléctricos y se centrarán en las ganancias de los motores de combustión durante más tiempo”, apunta Sebastian Bock, director general de T&E en Alemania.
Bien es cierto que esta medida no debería cambiar los planes ya establecidos por las diferentes marcas. A nivel industrial, las grandes corporaciones establecen hojas de ruta a varios años vista. Por ende, esta relajación no tendría consecuencias en el interés de estas por los coches eléctricos, pero sí repercutiría en un ahorro para las marcas en concepto de pago de multas.