Como parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), en la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro de 1992 se establecieron las cumbres del clima COP (Conference of the Parties). Son reuniones internacionales de gobiernos, organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales y expertos que tienen como objetivo principal negociar y tomar decisiones para abordar el cambio climático a nivel mundial. Las cumbres COP se celebran anualmente y cada edición se enumera secuencialmente.
Después de dos semanas desde el inicio de la COP28 de Dubai, los estados han llegado a un acuerdo para reducir su dependencia de los combustibles fósiles. Este hito es histórico y lleva consigo un significado simbólico al firmarse en un país cuyo principal recurso económico está relacionado con el oro negro. Se trata de un acuerdo sin precedentes que supone el final de la era del petróleo. Este acontecimiento abre un nuevo capítulo para la industria de los vehículos eléctricos.
La COP 28 es la esperanza después de varios años de acuerdos incumplidos
Los representantes de los países discuten y negocian acuerdos y acciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, adaptarse a los impactos del cambio climático y proporcionar financiación y apoyo a los países en desarrollo. Las COP son eventos cruciales para avanzar en los esfuerzos globales para abordar el cambio climático y su impacto en el medio ambiente.
La COP21, celebrada en París en 2015, fue particularmente importante. El Acuerdo de París fue un pacto histórico en el que los países acordaron limitar el aumento de la temperatura global a menos de 2ºC por encima de los niveles preindustriales, realizando esfuerzos para limitarlo a 1,5ºC.
Siete años después, y a pesar de los esfuerzos, muchos países están lejos de cumplir con este pacto. En Dubai, la COP28 se presentaba como una oportunidad final para llegar a acuerdos importantes, aunque la ausencia de los presidentes de los dos países que más contaminan, EE.UU y China, no auguraba un buen resultado. Pero, después de extensas deliberaciones durante la noche del 12 al 13 de diciembre de 2023, los representantes de los casi 200 países que sí participaron han alcanzado un acuerdo para iniciar una "transición" y abandonar los combustibles fósiles. El presidente de la COP28, Sultan Al Jaber, describió el acuerdo como histórico.
No obstante, enfatizó que los hechos son más importantes que las palabras: "somos lo que hacemos, no lo que decimos. Debemos tomar las medidas necesarias para convertir este acuerdo en acciones tangibles". Estas declaraciones contrastan con sus pronunciamientos en días anteriores, que rozaban el negacionismo del cambio climático.
El acuerdo detallado contempla la retirada progresiva de los combustibles fósiles en los sistemas energéticos, "de manera justa, ordenada y equitativa, con el objetivo de lograr emisiones netas cero para 2050, basándose en datos científicos". También insta a triplicar la capacidad de energía renovable a nivel mundial para 2030, acelerar los esfuerzos para reducir la dependencia del carbón y avanzar en tecnologías, como la captura y almacenamiento de carbono, que pueden contribuir a limpiar industrias difíciles de descarbonizar. Estas promesas han generado diversas reacciones por parte de organismos y personalidades, entre ellas el secretario general de la ONU, António Guterres.
Los esfuerzos de la OPEP por no lograr este acuerdo parecen haber sido infructuosos. La mayoría de los observadores coinciden en que la decisión tomada en Dubai es una excelente noticia y representa un momento crucial en la transición hacia las energías renovables.
Espen Barth Eide, ministro de Asuntos Exteriores de Noruega, afirmó que "es la primera vez que el mundo se une en torno a un texto tan claro sobre la necesidad de abandonar los combustibles fósiles". Este acuerdo se considera la última esperanza de la humanidad para evitar una catástrofe climática.
La redacción del acuerdo juega ahora un papel crucial en su consecución, ya que las palabras elegidas son de gran importancia. Los países acordaron utilizar el término inglés "transition away from fossil fuels". La unanimidad no se alcanzó para usar el término "abandono".
¿Una victoria para los vehículos eléctricos?
Lo que se acuerda en Dubai es, por lo tanto, una transición gradual y no un abandono total. Este juego diplomático, según los expertos, no debería tener ningún impacto en la implementación de la retirada de los combustibles fósiles. John Kerry, enviado de Estados Unidos para asuntos climáticos, considera que "es un momento fuerte en el que el multilateralismo ha ganado prioridad y donde los países han intentado actuar por el bien común". Sin embargo, la protesta de la OPEP obligó a los participantes de la cumbre a prolongar sus deliberaciones durante algunas horas después de su programado final.
Fueron los pequeños estados insulares, los más vulnerables en términos climáticos, los que más presionaron para garantizar el éxito de este acuerdo. También se sumaron algunos de los principales productores de petróleo y gas, como Estados Unidos, Canadá, Noruega y varios de los miembros de la Unión Europea. Dan Jorgensen, ministro danés de Clima y Energía, considera que esta decisión es una gran victoria y afirma que, a pesar de que "estamos aquí en un país petrolero, rodeados de países petroleros, hemos tomado la decisión de alejarnos del petróleo y del gas".
Este paso debería contribuir a acelerar la adopción de vehículos eléctricos en todo el mundo. Efectivamente, si se habla del fin del petróleo, lógicamente se está haciendo referencia a una aceleración en la adopción de la movilidad eléctrica. Esta decisión podría servir como un impulso adicional para que los fabricantes de automóviles avancen hacia la electrificación de manera más sostenida y rápida. Es una resolución política que traza un nuevo futuro para la industria del automóvil, lo que debería fortalecer las estrategias de las marcas que han apostado decididamente por la movilidad eléctrica.