Los planes de expansión de las marcas chinas en Europa -y en todo el mundo- se están acelerando debido a la implantación por parte de muchos gobiernos, entre ellos Estados Unidos, Europa y Turquía; que los fabricantes orientales quieren evitar a toda costa.
Y la manera más segura de hacerlo es construyendo sus coches directamente en los mercados internacionales en los que quieren estar presentes.
Chery pone sus ojos en una fábrica de Stellantis
Una opción pasa por construir sus propias fábricas, como ya ha hecho BYD en Hungría y Turquía; pero una segunda es adquirir líneas de montaje en desuso dentro de estos países occidentales.
Ya lo hizo el Grupo Chery, con la planta de la Zona Franca de Barcelona, donde ensamblará los Omoda a partir del año que viene y, también en pocos meses, los modelos de la renacida marca Ebro. Y, ahora, el Grupo Chery podría repetir la misma jugada con una planta de producción situada en Italia: la de Grugliasco.
Así lo aseguran desde el medio francés Automobile Prope , en donde señalan que el Grupo Chery estaría interesado en adquirir está planta de producción que, fundada por Bertone en 1959, fue adquirida por el Grupo FCA -resultado de la unión entre Fiat y Chrysler- en 2009 y, tras ser renombrada como AGAP Plant, se dedicó a la fabricación de los vehículos de Maserati, llegando a dar trabajo a 1.700 trabajadores y produciendo hasta 140 vehículos al día.
Sin embargo, y dadas las bajas ventas de los vehículos de la marca del tridente, su producción se trasladó en 2021 a la cercana planta de Mirafiori -a tan sólo cinco kilómetros de Grugliasco-, quedando ésta sin actividad. Tanto es así que, desde finales de 2023, Stellantis no rechaza la posibilidad de venderla.
Chery más presente en Italia, una posibilidad muy real
La posibilidad de que Chery se instale en Italia es muy real, no en vano, ya existen en la industria fuertes rumores sobre la implantación de un centro de Diseño del Grupo Chery -recordemos, propietario de Omoda y Jaecoo- en Italia en 2025, que en principio se encargaría de la adaptación de los modelos chinos al Viejo Continente y, en un futuro, del diseño de vehículos fabricados por y en Europa.
Al respecto, la fábrica de Zona Franca podría quedarse corta para los planes de expansión de producción de Chery en el Viejo Continente; no en vano sus marcas Omoda y Jaecoo ya se venden en 27 países y ya suponen el 20,8% de las exportaciones de la marca.
Y dados los problemas de Stellantis, ya sea por los números rojos de la propia Maserati como por la falta de producción en la histórica planta de Mirafiori en Turín; es probable que la venta de Grugliasco sea más que bienvenida.