La industria cuenta con dos métodos principales para la producción de hidrógeno limpio. El primero, llamado hidrógeno verde, utiliza agua para separar el oxígeno (O2) del hidrógeno (H2), empleando energías renovables en el proceso. El segundo, conocido como hidrógeno de bajas emisiones, emplea combustibles fósiles y captura el dióxido de carbono (CO2) resultante del proceso. Sin embargo, estos métodos son poco utilizados en la actualidad. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), más del 99% del hidrógeno producido en 2023 provino de combustibles fósiles, lo que genera emisiones de CO2.
Por esta razón, el hidrógeno verde se considera una solución crucial en la lucha contra el cambio climático. Si su producción fuera estable, confiable, económica y, sobre todo, no contaminante, podría ser utilizado tanto en vehículos eléctricos a través de pilas de combustible como en motores de combustión al ser quemado directamente. El hidrógeno verde tiene el potencial para alcanzar estos objetivos, pero hasta ahora, su elevado costo, debido a la necesidad de utilizar iridio, ha sido un obstáculo.
El metal más caro del mundo
Debido a sus propiedades únicas, el iridio se utiliza en aplicaciones industriales especializadas, como en la producción de electrolizadores de membrana de intercambio de protones (PEM) para la generación de hidrógeno verde, aunque su escasez y costo presentan desafíos significativos. El hidrógeno verde se genera a través de la electrólisis del agua utilizando energías renovables. Este proceso enfrenta un gran desafío debido al elevado coste de los materiales,
Este es el motivo del alto precio del iridio: su extrema escasez y al repentino aumento en la demanda industrial que lo convierte en imprescindible. Un fenómeno que ya ocurrió con el rodio, también escaso y que se volvió imprescindible para la fabricación de catalizadores. Como resultado, el precio del rodio se disparó, multiplicándose más de un 3.000% en cinco años, pasando de 21.500 €/kg a principios de 2017 a 822.000 €/kg en abril de 2021.
"El rodio, que en su momento fue el metal preferido para inversiones especulativas, alcanzó niveles de precios sin precedentes antes de desplomarse drásticamente, sirviendo como un duro recordatorio de la volatilidad inherente a los metales raros", señala Daniel Marburger, CEO de StoneX Bullion, una plataforma de inversión en metales. Ahora, el iridio, “ha alcanzado tal nivel que ahora es el metal más valioso del mundo, “aunque metales como el iridio y el rodio pueden ofrecer oportunidades significativas de ganancias, también conllevan un riesgo considerable que podría no ser adecuado para todos”, añade Marburger.
Así es el iridio, un metal extraterrestre
El iridio es un metal extremadamente raro y denso perteneciente al grupo del platino, conocido por su alta resistencia a la corrosión y su elevado punto de fusión. Es uno de los elementos menos abundantes en la corteza terrestre, lo que lo convierte en uno de los materiales más costosos.
Puede encontrarse en depósitos secundarios mezclado con platino y otros metales del grupo del platino en depósitos aluviales. Además, es relativamente frecuente en meteoritos, con una concentración de 0,5 ppm o más, en comparación con el 0.001 ppm que se encuentra en la corteza terrestre. De hecho, el iridio en la Tierra está principalmente asociado con los estratos geológicos formados por el meteorito que impactó nuestro planeta hace 66 millones de años, el mismo evento que se cree que causó la extinción de los dinosaurios.
Es uno de los metales más densos, aproximadamente 22,56 g/cm³, lo que lo hace extremadamente pesado en comparación con otros metales. Es altamente resistente a la corrosión y a la oxidación, incluso en condiciones extremas, lo que lo hace ideal para aplicaciones en ambientes corrosivos. Tiene un punto de fusión muy alto, alrededor de 2,446 °C, lo que lo hace adecuado para aplicaciones a altas temperaturas. Además, es un muy duro y resistente al desgaste, lo que le proporciona una gran durabilidad. Es eficaz como catalizador en diversas reacciones químicas, incluyendo la producción de hidrógeno. Tiene buena conductividad eléctrica y térmica aunque son más bajas que la del oro o la plata, el iridio.
¿Cuánto cuesta hoy en día el iridio?
La mayor parte del iridio se produce en Sudáfrica, el 87%. Junto con Zimbabwe (8%) y Rusia (3%), concentra la mayor parte de la producción de los metales del grupo del platino (PGM), al que pertenece el iridio. Se extrae principalmente como subproducto del refinado del platino y el paladio en las minas de estos metales preciosos. Sudáfrica, con sus grandes depósitos de minerales del grupo del platino en la región del Bushveld Complex, juega un papel crucial en el suministro global de iridio.
Actualmente, el precio del iridio es de 4.750 dólares por onza. En el último año, ha oscilado entre un mínimo de 4.500 y un máximo de 5.100 dólares por onza. Esto representa un incremento promedio del 200% en comparación con 2020, y se espera que continúe ascendiendo. Según Heraeus, una consultora especializada en metales preciosos, el precio del iridio podría llegar a los 6.500 dólares.