Uun equipo de investigadores formado por specialistas procedentes de las universidades de Southampton, Gottenburgo y la de San Diego, en California, han conseguido señalar cuáles son las razones que hay tras la aparición de un colosal agujero en el hielo de La Antártida.
Técnicamente, esta clase de fenómenos originados en este tipo de superficies se denominan polinias, y en realidad son un fenómeno muy común cuando se pasa del verano al invierno antártico a causa del cambio a más en la superficie del hielo que recubre el continente.
Sin embargo, no es normal que lleguen a alcanzar un tamaño como el de una de las polinias que más ha dado que hablar a los científicos en estos últimos años, tanto por el lugar en el que se formó así como también por el tiempo que estuvo presente, aunque esto último es lo que ha hecho que se tengan más oportunidades para investigar esta polinia en concreto.
La formación debe su nombre a que apareció en las inmediaciones de la montaña submarina Maud Rise, se calcula que llegó a dejar a la vista una superficie de unos 40.000 kilómetros cuadrados de agua.
Puesto en contexto, este agujero ocupa sólo una ínfima parte de la totalidad del continente antártico, cuyo hielo puede llegar a alcanzar más de 7 millones de kilómetros cuadrados en invierno, pero lo cierto es que su tamaño es colosal. Es comparable al de la comunidad de Extremadura en España (41.635 metros cuadrados) o incluso países enteros de pequeño tamaño, como Suiza (41.285 km² metros cuadrados).
Así lo señala Aditya Narayanan, uno de los especialistas del grupo de investigadores: "En 2017 ha sido la primera vez que hemos tenido una polinia tan grande y de tan larga duración en el Mar de Weddell, desde la década de 1970".
Los motivos tras la polinia Maud Rise
La mayor parte del hielo flotante que cubre el continente se forma durante las noches polares, que duran semanas, y estos agujeros tienen lugar cuando soplan fuertes vientos desde el interior que separan las placas de hielo, que en estos últimos años están siendo más intensos a causa del cambio climático. Pero en mar abierto, lejos de estos vientos procedentes de la costa, donde se formó la polinia de Maud Rise, es mucho menos probable que se formen agujeros en el hielo marino.
Todo lo anterior, unido a una llamativa reducción de la extensión total de hielo en el Océano Austral, hizo que los científicos se preguntaran qué condiciones específicas se estaban dando en ese lugar como para que la polinia Maud Rise se formara, alcanzando además tal tamaño en un lugar en el que no es el más habitual.
Para saber los motivos, el estudio ha revelado, tal y como señala la revista Science, que se han hecho uso de todos los datos posibles procedentes de satélites, flotadores autónomos y mamíferos marinos marcados. También se tuvieron en cuenta observaciones anteriores realizadas por otros investigadores con anterioridad. Lo primero que descubrieron fue que, entre 2016 y 2017, la corriente oceánica del mar de Weddell tuvo más fuerza que otros años, lo que facilitó que las corrientes submarinas acercaran una mayor cantidad de sal y calor a la superficie.
Esta mezcla de circunstancias, unida especialmente a la mayor cantidad de sal en ese punto específico, redujo el punto de congelación del agua superficial, lo que permitió se formase esta polinia y que además persistiera durante más tiempo. Los investigadores señalan que haber encontrado los motivos tras la polinia Maud Rise es importante para comprender la Antártida y los efectos en las aguas de todo el mundo.
Sarah Gille, coautora del estudio y profesora de climatología de la Universidad de California en San Diego, ha señalado también que la huella que dejan las polinias tras su desaparición puede permanecer en el agua varios año, pudiendo llegar a cambiar cómo se mueve el agua y cómo las corrientes transportan el calor hacia el continente. Es decir, una formació de este tipo puede tener un efecto mayor o menor sobre las corrientes que afecta al resto de continentes.