Tras haber cosechado los mejores resultados en su historia, Mazda, ha confirmado que entre los planes más llamativos que tiene para el próximo año, se encuentra la renovación absoluta del que es su coche de más éxito en España, el Mazda CX-5. Con ello la marca aprovechará para implementar un motor híbrido de desarrollo propio, tal y como ellos mismos han confirmado.
Esta noticia ha llegado por la vertiente oficial, pues ha sido el fabricante japonés quien en la comunicación de sus resultados ha especificado que hay planes "para equipar al próximo CX-5 con un motor híbrido desarrollado por Mazda".
La renovación del SUV compacto de Mazda es un tema que lleva sobre la mesa mucho tiempo. La actual versión que hay a la venta del modelo data de 2017. Aunque recibiera un lavado de cara el pasado 2022 para mantenerse hasta el final de su vida útil más fresco y actualizado, lo cierto es que la presencia de unos rivales mucho más actuales, sobre todo en términos de tecnología interior y de propulsión, hacen que el modelo no esté del todo a la vanguardia dentro de su segmento.
Si a esto se añade que adolece la falta de una versión propulsada por un esquema híbrido convencional, la necesidad por renovarse realmente urge. Y es que, este tipo de mecánicas vienen siendo determinantes en un segmento como el C-SUV, donde se ubica el CX-5, ya que con el diésel en plena fase de salida, los motores de gasolina disponibles arrojan unos muy altos consumos en la práctica.
Por esta razón, un tren de potencia que en el día a día brinde consumos bajos es mucha mejor opción para estos coches en particular, pues sus grandes carrocerías y neumáticos de gran tamaño condicionan su eficiencia. Modelos como los Kia Sportage, Hyundai Tucson, Honda ZR-V y Renault Austral ya hacen uso de este tipo de mecánicas, mientras que los Toyota Corolla Cross y RAV4 sólo están disponibles con esta tecnología.
Teniendo en cuenta cómo ha desarrollado Mazda el tren de potencia híbrido enchufable del CX-60, lo más probable es que la marca opte, simplemente, por simplificar este esquema para economizar este proyecto haciendo uso de una batería de menor capacidad. Tampoco optaría por un transmisión de tipo CVT como sí sucede en las japonesas Toyota y Honda.
En términos estéticos, está previsto que el nuevo CX-5 evolucione a la sombra del CX-60, heredando de este los rasgos que la marca ha implementado en su frontal. El especialista en recreaciones Theottle ha hecho uso de su buen saber hacer en este apartado, y el resultado ha sido un modelo que bien podría acabar siendo el que la marca presente de manera oficial.
El actual modelo hace gala de una longitud de 4,57 metros, gracias a lo que se ubica de manera canónica entre los 4,75 metros del CX-60 y el CX-30, que basado sobre el Mazda 3 mide 4,4 metros. Dado que su potencial crecimiento o decrecimiento en cuanto a tamaño está acotado por la presencia de otros SUV en la gama de Mazda, en este sentido es de esperar que las variaciones en cuanto a tamaño sean mínimas en el CX-5.
También cabe esperar un cambio en su denominación para acabar de encajar del todo en el juego de nomenclaturas de la marca. Junto el CX-3, que también debería renovarse pronto, es el único SUV que no tiene una denominación que acabe en múltiplo de 10. La potencial nueva denominación, pues, sería Mazda CX-50.
En cuanto a fechas de llegada, la segunda fase del plan de electrificación de Mazda está prevista que se ejecute de 2025 en adelante, por lo que para esta fecha ya debería estar presentado el nuevo modelo. Es decir, el Mazda CX-5 debería presentar su renovación antes de finales de 2024 para en 2025 dar comienzo a su comercialización.