El anuncio por parte de BYD de que instalará una fábrica de vehículos electrificados en Europa, no es nuevo. Aquella noticia saltó a la palestra hace ya unos meses, así como el propio lugar en el que se asentará dichas instalaciones. El país europeo escogido por la firma china fue Hungría, territorio que ya se posiciona como socio preferente para el país oriental dentro de la Unión Europea por muchos factores; la negativa a la introducción de aranceles es el principal de ellos.
El ejecutivo húngaro, regentado a día de hoy por el primer ministro Viktor Orban, está decidido a hacer crecer la economía del país mediante el impulso industrial dentro de sus fronteras. Con ello, como bien es conocido, BYD será una de las marcas que se asienten en el territorio, pero también hará lo propio BMW con una nueva planta de fabricación de vehículos.
BYD ya sabe cuándo estará operativa su nueva fábrica en Hungría
Del mismo modo, Orban se ha posicionado ya como socio preferente de China dentro del territorio europeo. Hace sólo unas semanas, todos los países miembros votaron su posicionamiento frente a los conocidos aranceles a la importación de vehículos eléctricos chinos. En ese momento tanto Alemania como Hungría se postularon plenamente contrariados. España se abstuvo. De hecho, Alemania es el principal socio comercial de Hungría, con lo que las decisiones de ambos suelen ser bastante cercanas.
Por este hecho, Hungría se ha postulado en numerosas ocasiones como socio preferente para que marcas chinas de coches eléctricos instalen sus plantas de producción dentro del país europeo. Entre sus propuestas está dotar a estas de subvenciones, así como proponer una exportación de productos hacia el resto de europea o contar con una mano de obra con menor precio que algunas otras regiones.
Con todo ello, la ejecutiva de Viktor Orban ha oficializado a través de Reuters que BYD y BMW darán el pistoletazo de salida a la producción de vehículos dentro del país desde mediados del próximo 2025. Esto supone un importante golpe sobre la mesa para la economía de Hungría, la cual se ha visto lastrada en los últimos meses por una caída en los datos de agricultura y construcción.
“El optimismo sobre la política económica del próximo año está respaldando por los acontecimientos actuales; las nuevas plantas de BYD y BMW comenzarán su producción el próximo año, en la segunda mitad del año que viene”, confirmó Gergely Gulys, jefe de Gabinete en una conferencia de prensa celebrada hace sólo unos días.
Asimismo, Hungría no sólo está interesada en el inicio productivo de ambas compañías automotrices, sino también en CATL, pues esta empresa ya se posiciona como uno de los mayores inversores chinos dentro del país. La compañía de baterías de coches eléctricos también está construyendo una planta en la ciudad de Debrecen, al igual que BMW. BYD, por su parte, hará lo propio en Szeged, al sur del territorio.
Desde el gobierno húngaro vaticinan que la economía del país crecerá un 3,4% durante el próximo año 2025. Por otro lado, la región sigue abierta a la construcción de nuevas plantas de ensamblaje chinas. De esta manera, las compañías orientales no tendrán riesgo de hacer frente a los conocidos aranceles impuestos por Europa.