CATL, como bien es conocido, es el mayor fabricante del mundo en términos de baterías para coches eléctricos. Tanto es así que, como referencia, la empresa china copa a día de hoy un total del 36,7% del mercado, mientras que la segunda (BYD) hace lo propio con un 16,4%. Su protagonismo es aplastante y, de hecho, este porcentaje podría crecer aún más en los próximos meses, siempre y cuando Donald Trump, nuevo presidente eléctrico de Estados Unidos, abra las puertas a que esta compañía instale una nueva factoría en el país.
No obstante, el propio CEO y fundador de CATL, Robin Zeng, ha apuntado directamente al CEO de Tesla, Elon Musk, en su último reproche. El motivo para ello no ha sido otro que la intención anunciada por el directivo norteamericano en 2020 por expandir su nuevo formato cilíndrico para sus celdas de batería, las ‘4680’. A día de hoy, este componente alimenta a modelos como el Cybertruck o alguna pequeña serie concreta del Model Y. Este proyecto no ha salido como Musk planeó o prometió.
El CEO de CATL pone a Elon Musk contra las cuerdas
Concretamente, Musk anunció en su día que estas nuevas celdas supondrían una forma más barata y fácil de producir y ensamblar todos sus coches eléctricos, los cuales contaban con unidades del tipo 2170 y 1865. Sin embargo, hace apenas dos meses, la compañía anunció que ya había producido un total de cien millones de estas celdas, lo cual, aunque suene a mucho, lo cierto es que suficiente para alimentar a 368 Tesla Cybertruck.
Ahora, Zeng ha salido al ataque de Musk. Concretamente, el responsable chino opina que las celdas cilíndricas ya "son un callejón sin salida" y que su estrategia por producir sus celdas 4680 “va a fracasar y nunca tendrá éxito”, tal y como confirman desde Reuters. La reacción de Musk, simplemente, fue el silencio.
Posteriormente, Zeng comentó cómo fue esta pequeña charla con Musk: “Tuvimos un debate muy amplio y se lo mostré. Se quedó callado. No sabe cómo fabricar una batería. Se trata de electroquímica. Él es muy bueno en chips, software, hardware y cosas mecánicas. Pero no sobre las baterías”.
Pero este no fue la única vía de ataque de Zeng hacia Musk. El responsable de CATL afirmó que el CEO de Tesla se asienta en establecer plazos poco realistas para el lanzamiento comercial de sus nuevos modelos o productos. “Su problema es que promete demasiado. Hablé con él. Quizás algo necesite cinco años de desarrollo. Pero él dice dos años. Definitivamente le pregunté por qué. Me dijo que quería presionar a la gente”, aseguró.
“Probablemente él mismo piensa que se necesitan cinco años para ciertos productos, pero si le creen cuando dice dos años, estarán en serios problemas”, concluyó el CEO de CATL en su charla con Reuters.
Queda claro que las promesas de Elon Musk siempre hay que tomárselas ‘con pinzas’, pues cabe recordar los infinitos retrasos que ha sufrido (y sigue sufriendo) la llegada del Tesla Roadster. Del mismo modo, sobre la tecnología de conducción autónoma, la cual debería ser una realidad plena desde hace años. Ahora Musk ha prometido la llegada de dicha tecnología en forma de Robotaxi eléctrico que debería ser una realidad en 2027. ¿Estará, por una vez, acertado en sus plazos?