Si las bicicletas eléctricas se están popularizando como un medio de transporte alternativo en las ciudades, las de carga, que ofrecen capacidad para poder llevar a los niños o transportar paquetes ligeros, están empezando a hacerse un hueco en el mercado. Si bien este tipo de bicicletas suelen responder a un diseño bastante común, existen propuestas que se salen de esa tendencia, como es el caso de la del diseñador alemán Alexander Kaula.
Por su comodidad y el beneficio que aportan para transportar cargas pesadas, las bicicletas eléctricas de carga están ganando popularidad como un modo de transporte ecológico y práctico. Los diseñadores están poniendo su granito de arena para hacer que su aspecto sea más atractivo al que habitualmente han ofrecido este tipo de vehículos. Para poder servir como vehículo de carga, estas bicicletas cuentan con una distancia entre ejes mucho más larga de lo habitual, de manera que se gana espacio entre las ruedas para disponer asientos para niños o una caja de transporte.
Algunos estudios auguran un crecimiento importante de este segmento de las bicicletas eléctricas, debido en parte a las cada vez más habituales restricciones de los gobiernos locales para el acceso al centro de las ciudades con vehículos de combustión. Cuando las bicicletas de carga comiencen a representar una parte considerable del tráfico en los centros de las ciudades, circulando de manera silenciosa y respetuosa con el medio ambiente, conceptos tan diferenciadores como LARA pueden atraer a los compradores por su diseño y, sobre todo, por su enfoque modular.
LARA es el resultado de un proyecto de diseño industrial realizado por el diseñador alemán Alexander Kaula. Está construida a partir de un marco único que incorpora varios puntos de montaje situados de manera inteligente que hacen posible la instalación de módulos, según las preferencias de cada usuario.
Un ejemplo de configuración de trabajo para la bicicleta eléctrica de carga LARA. Imagen: Alexander Kaula.
La bicicleta tiene una longitud de 2,45 metros y un área de carga de 1 × 0,6 metros. Para impulsar la bicicleta, dentro de la llanta de la rueda trasera se encuentra una correa de carbono engranada con el motor eléctrico. Este se sitúa en el espacio cerrado que se encuentra entre la barra vertical y la rueda. Esta solución agrega un atractivo estético al eliminar por completo los radios de las ruedas.
En el área de carga, el ciclista puede poner pequeñas caja de transporte. Pero además de esta solución modular también es posible instalar varios asientos para niños. De esta manera, LARA abre múltiples posibilidades para diferentes casos de uso, similares a los que ofrecen las bicicletas de carga, pero aportando una importante capacidad de personalización.
Sobre el manillar, LARA equipa una pequeña pantalla en la que es posible leer la información proporcionada desde los puntos de montaje inteligentes para saber si un módulo está o no conectado y proceder a su configuración. La pantalla también muestra la carga útil máxima, el estado de la batería y los mapas para la navegación.