Alef Aeronautics es una startup californiana que está trabajando en un coche eléctrico volador, una especie de vehículo eVTOL (aeronaves de aterrizaje y despegue vertical), pero con más facultades de automóvil terrestre de lo que suele ser habitual entre estos aviones eléctricos. Y, aunque el proyecto apenas acaba de nacer, ya tiene un buen número de reservas.
El vehículo en cuestión se llama Model A, igual que el Ford de principios del siglo pasado. No sabemos si esto puede generar algún conflicto en cuanto a derechos de autor y propiedad de nombres comerciales. Sea como fuere, el proyecto inició su andadura en octubre del año pasado con la apertura de pedidos y, para tratarse de una empresa tan joven y un proyecto tan en pañales, no se puede negar que está teniendo éxito.
California es una de las zonas más prósperas no sólo de Estados Unidos, sino de todo el mundo. Si California fuese un país, sería el quinto con mayor Producto Interior Bruto del mundo, por delante de La India, Reino Unido y Francia, entre otros. Es hogar de muchos millonarios y multimillonarios que, en ocasiones, están deseando gastar su dinero en un juguete nuevo. Si puede ser muy tecnológico, mejor, que para eso presumen de Silicon Valley. De hecho, Alef Aeronautics se fundó en San Mateo, a sólo 20 minutos del valle del silicio.
Prueba de ello es que Alef Aeronautics asegura haber recibido 2.500 reservas de su coche volador, de las cuales 2.100 corresponden a clientes particulares y el resto a entidades comerciales (empresas). Había dos tipos de reservas: la normal, que cuesta 150 dólares, y la prioritaria, diez veces más: 1.500 dólares. El vehículo costará 300.000 dólares, por lo que la compañía tiene actualmente 750 millones de dólares de ingresos asegurados, siempre y cuando se materialicen todas las reservas (y el número de las mismas sea verídico).
Todavía tienen un largo camino por recorrer antes de comenzar las entregas a clientes, previstas para el año 2025, pues el coche es poco más que una maqueta a día de hoy, como se puede comprobar en las imágenes que ha publicado la compañía. Tampoco sería la primera startup que, tras presentar su proyecto, acaba bajando la persiana. Desarrollar y fabricar un coche, ya sea a baja escala o de gran volumen, no es sencillo ni barato.
Alef Aeronautics asegura que su vehículo eléctrico podría despegar y aterrizar en cualquier lugar gracias a su diseño sin alas. En cuanto a su autonomía, dicen sus creadores que sería capaz de volar unos 177 kilómetros (110 millas) o circular por tierra firme unos 322 kilómetros (200 millas) con una carga de la batería. No obstante, Alef no ha ofrecido ningún detalle a nivel técnico sobre el sistema de propulsión, el tipo de batería, la capacidad de la misma o la potencia del motor.
Es un biplaza, pudiendo llevar un conductor/piloto y un pasajero, y ya cuenta con un certificado de aeronavegabilidad especial limitada expedido por la Autoridad Federal de Aviación (FAA) estadounidense. Según la startup californiana, es el primer automóvil eléctrico tradicional en conseguir este certificado.
