El Mazda MX-30 ha obtenido cinco estrellas en los test realizados por Euro NCAP, que ha elogiado su impresionante estructura de seguridad pasiva y sus sistemas activos de prevención de accidentes. La mayor puntuación la obtiene en el nivel de protección a sus ocupantes: el 91% para los adultos y del 87% para los niños. Los sistemas de asistencia al conductor, que se incorporan de serie, también contribuyen a esta alta puntuación, siendo la protección a otros ocupantes de la vía, como peatones o ciclistas, la categoría en la que menos destaca.
Mazda ha puesto en el mercado el primero de sus coches eléctricos en medio de críticas y halagos, casi a partes iguales. Su diseño, y, sobre todo su configuración eléctrica, no dejado de causar controversias. Se ha criticado su escasa batería, pero se ha alabado su docilidad en la conducción. Mazda ha eliminado el silencio que caracteriza a los coches eléctricos incluyendo un sonido artificial en el habitáculo y ha reducido a propósito el par de su motor eléctrico, para que se parezca lo más posible a un coche de gasolina. Por otro lado, su pequeña batería lo convierte en un coche eléctrico urbano de carácter premium, con acabados exquisitos, más grande y más barato que su competencia.
Puntuaciones por apartados del Mazda MX-30 en los test de seguridad realizados por la agencia europea Euro NCAP.
Donde no parece que habrá discusiones es en la seguridad que ofrecerá este vehículo a todos sus ocupantes. Las cinco estrellas con las que le ha calificado el organismo europeo salen de unos resultados excelentes en cuanto a protección de sus ocupantes: el 91% para los adultos y el 87% para los niños. En el primer caso, obtiene 14,9 puntos y 16 puntos en los impactos frontal y lateral, de los 16 posibles en cada uno de ellos. En el caso del impacto trasero obtiene 3,8 de los 4 puntos.
En la protección de los niños obtiene los 24 puntos del ensayo de choque frontal y lateral basados en el testo para niños de entre 6 y 10 años. También obtiene 7 de los 13 de las características de protección (desactivación del airbag delantero) y 11,8 de los 12 en la comprobación de la instalación de los asientos para niños, que son correctas en las dos plazas laterales del asiento trasero, pero no así en el central, en el que no se puede instalar de manera estable.
Mazda MX-30 tras el test de impacto frontal del Mazda MX-30.
El Mazda MX-30 también destaca por sus sistemas de seguridad y asistencia al conductor. En este apartado logra una puntuación del 73%. De serie, monta un sistema de frenado autónomo de emergencia (AEB) que funcionó bien en las pruebas de detección y reacción frente a otros vehículos, evitando o mitigando los impactos en la mayoría de los casos. Cuenta con chivatos de cinturones de seguridad desabrochados en los asientos delanteros y traseros. El sistema de alerta atención del conductor monitoriza el volante y emite una advertencia si se detecta fatiga. El sistema de mantenimiento en el carril corrige suavemente la dirección del automóvil si se detecta una deriva hacia los laterales e interviene de manera mucho más agresiva en situaciones críticas. Cuenta también con un sistema de detección de señales de límite de velocidad y un limitador que, tras la aprobación del conductor, restringe esta al límite de la vía.
Donde se reduce la puntuación es la protección que ofrece a otros usuarios de la vía, en la que tan solo alcanza el 68%. Cuando se produce un atropello, la protección que proporciona el capó y los parachoques son las adecuadas para la cabeza, las piernas y la pelvis. El sistema de frenado autónomo de emergencia (AEB) puede detectar usuarios vulnerables de la carretera como peatones y ciclistas, así como otros vehículos. La respuesta del sistema a estos usuarios se califica como 'marginal': no detecta a los peatones en la parte trasera del automóvil, ni a los que se cruzan en el camino del vehículo cuando gira.