El plan de rescate alemán por valor de 130.000 millones de euros ayudará a combatir la peor crisis económica en décadas, transformando la economía para hacerla más ecológica y resistente, tal y como ha asegurado el grupo ecologista Transport & Environment (T&E).
Un plan que incluye un programa de incentivos a la compra de coches eléctricos que duplica el actual y que concederá hasta 6.000 euros por vehículo, dejando fuera a los modelos de combustión interna (diésel y gasolina).
Tal como anunció la canciller Angela Merkel, la intención del Ejecutivo germano es reactivar la economía tras una situación "extremadamente difícil", pero a través de un paquete de medidas que, a su vez, trate de mitigar el cambio climático.
Por ello, Alemania incentivará solo la compra de modelos eléctricos, para así tratar de reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los vehículos. Sin embargo, el Gobierno alemán ha destacado que el resto de los vehículos se beneficiará de otras medidas, como la reducción del Impuesto del Valor Añadido (IVA), que pasará del 19% al 16%, lo que disminuirá el precio de los coches de combustión.
Según este plan, Alemania invertirá unos 2.200 millones de euros en incentivar la compra de automóviles 'cero emisiones' y flotas de vehículos eléctricos. También destinará 2.500 millones de euros al desarrollo de infraestructuras de recarga para coches eléctricos y a la producción de baterías y 7.000 millones de euros a intensificar el uso del hidrógeno como energía.
En este sentido, el director general de la Federación Europea de Transport & Environment (T&E) en Alemania, Stef Cornelis, aseguró que tanto este plan alemán como el anunciado por Francia hace unos días están señalando el camino a seguir con inversiones "masivas" en los coches eléctricos.
"Esto es exactamente lo que se necesita para apoyar el empleo y ayudar a la economía a salir más fuerte y más verde de esta crisis. El plan no es perfecto, pero debería ser una llamada de atención para la Comisión Europea y para otros países de la Unión Europea", explicó Cornelis.
Sin embargo, T&E declaró que el plan de gastar mil millones de euros del dinero de los contribuyentes en nuevos aviones resulta desafortunado. Las aerolíneas deberían pagarlos de sus propios bolsillos. En cambio, Alemania debería apostar por combustibles más ecológicos para los aviones, como el combustible sintético, que realmente tiene la capacidad de reducir sustancialmente las emisiones de la aviación.
Si bien se agradece la inversión en sistemas de recarga eléctrica en puerto para los barcos, el gobierno alemán debe reconsiderar su apoyo a la infraestructura de barcos de GNL que, como muestra claramente la ciencia, es más negativo para el clima que incluso los combustibles marinos existentes.
T&E declaró también que no se debería usar dinero público para subvencionar camiones diésel. El gobierno alemán tiene la intención de utilizar los fondos de recuperación de la UE para proporcionar hasta 15.000 euros en subvenciones para el cambio de los viejos camiones diésel por nuevos modelos EURO VI.
Cornelis explicó que Alemania está a punto de asumir la presidencia de la UE dentro de tres semanas y señaló que "debe utilizar su liderazgo para asegurarse de que el gran plan de recuperación de la Comisión Europea se utilice para fortalecer y hacer más ecológicas las economías de países como España e Italia."
España
Por su parte, la directora de Transport & Environment España, Isabell Büschel, añadió que el acuerdo alcanzado por el Gobierno alemán sienta un precedente en cuanto a la dirección que debe tomar el paquete de ayudas al sector automovilístico en España y "no destinar dinero público para motores de combustión interna, sino únicamente para tecnologías de futuro, libres de emisiones".
"El gobierno de coalición progresista PSOE-Podemos debería mantener su plan anunciado por el presidente Pedro Sánchez el pasado 31 de mayo de ayudar únicamente a los consumidores que adquieran vehículos con emisiones bajas o de emisión cero", aseguró Büschel.
El Plan Moves cumple este propósito racionalizando el dinero de los contribuyentes para la compra de vehículos eléctricos de batería, híbridos enchufables, la instalación de infraestructuras de recarga, sistemas de uso compartido de bicicletas eléctricas, y la elaboración de planes de movilidad en las empresas.
Büschel declaró que las principales razones por las que el gobierno no debería ceder a la demanda del sector de un Plan Renove que cubra a los grandes contaminadores, además del Plan Moves, es que España no puede permitirse el lujo de malgastar dinero público en viejas tecnologías que solo conducirán a mayores emisiones de CO2 de vehículos y frenarán una transformación del sector automovilístico que ya está en marcha.
Las últimas pruebas realizadas por T&E muestran que la sustitución de un coche de 2005 por un modelo convencional de 2020 solo ahorra un 1% de CO2, en condiciones de conducción reales, durante la vida útil del coche.
Por otro lado, el grupo ecologista asegura que los vehículos eléctricos libres de emisiones reducirán el CO2 en aproximadamente un 75% en condiciones de conducción reales, lo que beneficiará al clima, a la salud de los españoles y a los fabricantes de automóviles que invirtieron cerca de 60.000 millones en la producción de baterías y vehículos eléctricos en Europa el año pasado.
En este sentido, "cuanto más posponga España este cambio a la movilidad eléctrica, más perderá". Esto es especialmente importante dado que "a pesar de que España es el segundo mayor fabricante de vehículos de Europa, los centros de toma de decisiones de las marcas se encuentran todos fuera de España". Los paquetes de estímulo de Merkel y Macron confirman la realidad: "salvar el motor de combustión interna no salvará puestos de trabajo".
Según Büschel, además de incluir ayudas para la compra de vehículos sin emisiones, el paquete de recuperación español debería:
- integrar el principio de "quien contamina paga" en la reforma fiscal para los automóviles, avanzando hacia un sistema bonus-malus (en Alemania, a partir de enero de 2021, los propietarios de coches con emisiones de más de 95 gramos de CO2 pagarán gradualmente más impuestos, y además, el límite máximo del tipo impositivo más bajo para las retribuciones en especie (BIK) para vehículos eléctricos, del 0,25 %, se está extendiendo a más modelos. (Véase la propuesta T&E-Ecodes relativa a la reforma fiscal para los automóviles en España).
- apoyar a las fábricas de celdas de baterías y reciclaje en España
- ayudar al sector del transporte de mercancías por carretera con la electrificación
- impulsar la movilidad urbana sostenible proporcionando financiación para autobuses urbanos eléctricos y la infraestructura de recarga
- conceder ayudas regionales para el transporte público, incluidos carriles bici
- En cuanto a la aviación y la navegación, España debería aprovechar su potencial para convertirse en el productor y exportador de combustible de hidrógeno verde de Europa, y seguir la iniciativa alemana de invertir en sistemas de recarga en puerto para los barcos.
La directora de Transport & Environment España concluyó diciendo que "encauzar la financiación de la recuperación por el buen camino en España, dará lugar a una situación en la que todos saldrán ganando: abordar los desafíos de la contaminación atmosférica y el cambio climático al mismo tiempo que se combate el desempleo de larga duración".
Además, aseguró que "la presentación de un paquete de recuperación verde también será esencial para acceder a los miles de millones de ayudas europeas que la UE acaba de proponer".