Mercedes sigue creyendo en el hidrógeno como alternativa de futuro al coche eléctrico

Mercedes-Benz no renuncia a la pila de combustible de hidrógeno, en la que lleva trabajando 25 años, aunque apuesta por un desarrollo más lento que el los coches eléctricos de baterías y dedicado sobre todo a aplicaciones de movilidad comerciales.

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04/10/2018 12:39
Actualizado a 17/10/2018 10:03

Mercedes-Benz continuará desarrollando la tecnología de pila de combustible de hidrógeno enfocada principalmente a los vehículos comerciales y más concretamente a los autobuses de pasajeros. Así lo ha confirmado el jefe de desarrollo de la marca, Ola Kallenius, en el Salón del Automóvil de París.

El fabricante alemán ha desarrollado la tecnología de pila de combustible de hidrógeno durante las dos últimas décadas. Sin embargo, la mayor cantidad de sus recursos económicos los ha dedicado a fabricar vehículos eléctricos movidos por baterías. Tanto es así que en 2025 espera que entre un 15 y un 20 por ciento de sus ventas estén ocupadas por coches eléctricos.

Según Kallenius "somos uno de los veteranos en el negocio de las células de combustible. Durante más de 25 años lo hemos visto evolucionar, desarrollarse y encontrar su lugar". Por esa razón Mercedes-Benz continua invirtiendo en esta tecnología más allá del GLC F-Cell, un vehículo que fabricará en serie, con muy bajo volumen de producción, y que cuenta con la peculiaridad de que incorpora un pack de baterías recargable que aumenta la autonomía de la pila de hidrógeno en 50 kilómetros más.

Mercedes GLC F-Cell

Mercedes GLC F-Cell.

Con este modelo, Mercedes quiere demostrar que la tecnología de propulsión eléctrica, tanto a partir de baterías como de hidrógeno, es viable. En cambio, a partir 2025, el fabricante alemán dejará de desarrollar en paralelo las dos tecnologías y se decidirá por una de ellas. En primer lugar está apostando por el desarrollo de los coches eléctricos de batería, con la nueva familia EQ, sin dejar de controlar la evolcuión de la pila de combustible. Esta estrategia es, ante todo, flexible: "primero fabricaremos BEV, mientras desarrollamos FCV, manteniéndonos atentos para comprobar si el mercado va en esa dirección".

"Todavía creemos que la pila de combustible es parte de la solución de la movilidad sin emisiones del futuro", aclara Kallenius. Mercedes está trabajando en hacer la unidad de su celda de combustible sea más compacta, aumente su rendimiento y reduzca su coste. "Ya hemos recorrido un largo camino y creo que somos los más completos en la combinación de rendimiento y rango", ha añadido Kallenius.

Los ingenieros de Mercedes necesitan un vehículo en el que enfocarse para lograr sus objetivos. Y lo han encontrado en los vehículos comerciales y especialmente en los autobuses de pasajeros.

Kallenius recordó que Mercedes también forma parte del Consejo del Hidrógeno, que analiza y promueve la industrialización de este combustible. Con ese fin afirma no querer involucrarse en la provisión de la infraestructura para soportar la recarga de hidrógeno, pero sí su intención de trabajar con otras empresas para implementarla.