Todos, o casi todos, sabemos que la autonomía de los coches eléctricos fluctúa enormemente en función de muchos factores: orografía del terreno, velocidad, clima… No hay una forma precisa de anunciar un rango operativo exacto, y por lo tanto las marcas optan por anunciar la autonomía máxima (obviamente). Esto último parece no aplicar en Corea del Sur, donde se están planteando sancionar a Tesla por una posible violación de la ley al publicar sus cifras de autonomía.
La historia resulta, cuando menos, curiosa y algo extraña. La Comisión de Comercio Justo de Corea, en adelante conocida por sus siglas KFTC, ha anunciado que está sopesando tomar posibles acciones sancionadoras contra Tesla por exagerar la autonomía de sus vehículos eléctricos. Según la KFTC, la firma americana podría estar incumpliendo la Ley de Etiquetado y Publicidad Justa del país.
Tal y como recoge Reuters, los responsables de la KFTC tienen pensado reunirse con Tesla para exigir explicaciones de por qué las autonomías ofrecidas no se ajustan a la realidad cuando la temperatura exterior desciende de los 0 grados. Es decir, los coreanos acaban de descubrir que los coches eléctricos pierden autonomía cuando hace frío y exigen responsabilidades. O bien se trata de una broma pesada llevada al extremo, o Corea del Sur ha entablado una guerra contra Tesla para frenar la popularidad de la marca americana.
El problema de la degradación de autonomía en climas de frío extremo no solo atañe a Tesla, sino a todas las compañías que fabrican coches eléctricos. A diferencia de los coches de combustión, una bajada en el termómetro supone perder kilómetros de autonomía rápidamente. Los fabricantes hacen lo indecible para paliar el problema, pero en este momento es una realidad, ya sea para los productos de Austin como para los propios eléctricos desarrollados en Corea del Sur por parte de Hyundai o KIA.
Corea del Sur no cuenta con un sistema de homologación de autonomía y consumos propio, acogiéndose al sistema estandarizado internacional, WLTP, que como todos sabemos es bastante poco preciso en muchos términos. A pesar de ello, resulta muy curioso esta batalla contra el fabricante americano, lo que despierta los rumores de una posible guerra contra Tesla para poner trabas a la rápida expansión que la compañía está viviendo en el país asiático. De ser así, una jugada un tanto fea por las autoridades.
En otro frente de investigaciones, en esta ocasión con razón, la KFTC también piensa pedir explicaciones a Tesla por no devolver el dinero de las reservas de pedidos canceladas. Tesla exige el pago de unos 75 euros al cambio actual por hacer la reserva de un vehículo, que posteriormente no está devolviendo cuando el pedido ha sido cancelado por el cliente. En este caso todo apunta a que los americanos tendrán que empezar a devolver el dinero, algo que ya deberían estar haciendo.