Mary Barra, CEO de General Motors, ha anunciado una reestructuración profunda de la empresa que implica un recorte en la producción de sus modelos menos vendidos. Esta reorganización duplicará la inversión del grupo automovilístico en movilidad eléctrica y vehículos autónomos. Sin embargo, la cara negativa es el cierre de varias fábricas, el despido de trabajadores y el fin de la producción de uno de los coches eléctricos más veteranos del mercado: el Chevrolet Volt, que dejará de producirse en marzo de 2019.
General Motors se adaptará al nuevo mercado de la movilidad dirigiendo su catálogo de productos hacia los SUV, los todoterrenos y las furgonetas, abandonando, en parte, las berlinas y los modelos compactos, los cuales han reducido significativamente sus datos de ventas. En paralelo, priorizará las inversiones en arquitecturas eléctricas y en tecnologías de conducción autónoma.
Según Barra, "esperamos que, para principios de la próxima década, más del 75% del volumen de ventas globales de GM provenga de cinco arquitecturas de vehículos". A pesar del incremento en la inversión en vehículos eléctricos, General Motors reducirá el gasto de capital anual total a 7.000 millones de dólares para 2020, frente a una media de 8.500 millones durante el período 2017-2019.
Complejo de ensamblaje de Oshawa, en Ontario.
La prioridad es el eléctrico
El grupo automovilístico anunció el año pasado su intención de vender un millón de vehículos eléctricos cada año, con el lanzamiento de 20 nuevos vehículos completamente eléctricos y de hidrógeno hasta 2023 entre los que se encuentran siete SUV, cinco berlinas y dos furgonetas. También ha anunciado que introducirá al menos 10 nuevos modelos eléctricos en el mercado chino para el año 2020.
El fin del Chevrolet Volt
Sin embargo, esta reestructuración acarrea también malas noticias. La compañía confirmó el cierre de cinco instalaciones. Las plantas de motores de Baltimore, en Maryland, y de Warren, en Michigan, no tienen productos asignados después del 2019. Además se cerrarán tres plantas de ensamblaje con el consiguiente despido de 15.000 empleados: la fábrica de automóviles compactos de Lordstown, cerca de Youngstown, Ohio; el complejo Detroit-Hamtramck, en Detroit; y el complejo de ensamblaje de Oshawa, Ontario, cerca de Toronto. Barra ha declarado que esta medida es necesaria para mantener a la empresa mientras inyecta dinero en nuevas tecnologías y nuevos negocios, como los servicios de taxis autónomos.
Chevrolet Volt de primera generación.
Como consecuencia, General Motors dejará de construir varios modelos que ahora se montan en estas plantas: el Chevrolet Cruze, el Cadillac CT6, el Buick LaCrosse y el Chevrolet Volt, que es uno de los eléctricos más veteranos del mercado y se fabrica en la planta de Michigan. Tras una década –y numerosos rumores sobre su desaparición–, finalmente ha llegado la confirmación oficial: su producción se interrumpirá en marzo de 2019. Este eléctrico de autonomía extendida, cuya tecnología ha ido evolucionando para hacer muchos más kilómetros en modo eléctrico que los híbridos enchufables, ha sido uno de los modelos más vendidos dentro del sector de la movilidad eléctrica, junto con su hermano europeo, el Opel Ampera. Tras el lanzamiento de la nueva generación en 2016, seis años después de la primera, el creciente empuje de los modelos cien por cien eléctricos ha hecho descender sus ventas. La llegada del Bolt al catálogo de Chevrolet en 2017, un eléctrico puro con casi 400 kilómetros de autonomía, hizo que muchos de sus clientes se decantasen por esta tecnología.
