El pasado mes de octubre, ENGIE y la compañía minera Anglo American anunciaron una alianza para desarrollar conjuntamente el mayor dumper de hidrógeno del mundo. Tal vehículo que tomará como base un volquete convencional, pero no uno cualquiera sino uno con 300 toneladas métricas de capacidad. Una auténtica salvajada, no demasiado lejos del mayor volquete del mundo y sus 450 toneladas, que necesitará un surtidor de hidrógeno nunca visto antes para poder trabajar en la mina.
Un sistema de reabastecimiento único, hecho a medida, capaz de suministrar 1.000 kg de hidrógeno al día
Ahora ENGIE ha anunciado que será Plug Power la encargada de proporcionar el sistema de repostaje para el volquete, y sus cifras están en consonancia con el tamaño del vehículo. El surtidor en cuestión será el más grande construido por la compañía hasta la fecha, necesitará un diseño y desarrollo a medida y será capaz de suministrar 1.000 kg de hidrógeno al día.
Además del puro reabastecimiento como tal, a Plug Power se le ha encomendado la tarea de construir un sistema integral de compresión, almacenamiento y distribución para dar servicio al volquete de hidrógeno en una mina de Sudáfrica. La primera puesta en marcha de este vehículo está prevista para 2020, a la que después seguirán un programa de pruebas en condiciones de trabajo reales y la puesta en funcionamiento de más volquetes con esta tecnología.
Se trata del primer dumper de hidrógeno del mundo, y contará con ocho pilas de combustible Balvelo FCveloCity-HD de 100 kW de potencia cada una, lo que arroja una potencia total de 1.088 caballos. Las modificaciones respecto al vehículo que se toma como base incluyen reemplazar el depósito de combustible diésel por los 22 tanques de hidrógeno, y el motor diésel por las pilas de combustible y las baterías. En la parte frontal del vehículo irán los 8 módulos de refrigeración del sistema.
La energía necesaria para obtener el hidrógeno provendrá de los paneles solares que hay en la misma mina y sus creadores esperan que el rendimiento operativo de los nuevos volquetes sea igual o incluso mejor que los originales, pero con menores costes de mantenimiento, menos ruido y menos emisiones a la atmósfera. Un dúmper convencional con motor diésel consume entre 50.000 y 100.000 litros de combustible al año, dependiendo de su tamaño y aplicación, y puede llegar a emitir a la atmósfera entre 130 y 260 toneladas de dióxido de carbono.
Será el vehículo eléctrico más grande del mundo, por delante del eDumper Lynx
Cuando se presente este volquete de hidrógeno se convertirá directamente, y por derecho propio, en el vehículo eléctrico más grande del mundo. Con una capacidad de carga de 300 toneladas métricas, quedará muy por encima del actual vehículo eléctrico más grande del mundo: el dumper eléctrico 'Lynx', cuya capacidad de carga es de solamente 65 toneladas.
No obstante, además del tamaño hay otra diferencia fundamental entre ambos y es que los motores eléctricos del 'Lynx' se alimentan de la energía almacenada en una batería, la mayor batería montada en un vehículo terrestre con 600 kWh de capacidad y 4,5 toneladas de peso.
Construido sobre el chasis de un KOMATSU HD 605-7, el dumper eléctrico lleva trabajando como uno más desde el pasado mes de abril en una cantera de Suiza, donde el eDumper acarreará más de 300.000 toneladas al año durante la próxima década. Durante ese tiempo, sus operadores calculan que evitará la emisión a la atmósfera de 1,3 millones de kilos de CO2, ahorrando 500.000 litros de combustible.