La operación de recargar un vehículo eléctrico, si bien es sencilla y no exige ningún conocimiento especial, puede resultar engorrosa por diferentes razones. El peso del conector y del cable, la suciedad que se acumula por estar a la intemperie y otras circunstancias como el frío o la lluvia no ayudan en la operación. Más allá de sistemas de recarga ‘manos libres’ relacionadas con la recarga inductiva, algunos fabricantes han tratado de automatizar el proceso mediante robots que realizan por si mismos toda la operación. Ford añade una alternativa nueva que se muestra a través de esta patente.
La solicitud se presentó ante la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos (USPTO) el 1 de noviembre de 2022. En ella, Ford describe un sistema que emplea la atracción magnética para asegurar el conector de carga externo al puerto de carga del vehículo que se encuentra incrustado en el parachoques. Una idea similar a la que se utiliza en los cables magnéticos que se emplean en los móviles como el MagSafe de Apple.
A diferencia de la carga inductiva, que emplea sistemas de carga completamente inalámbricos, el invento de Ford es una forma de carga conductiva, con una conexión física para transmitir electricidad. El objetivo del mecanismo ideado por el fabricante es ayudar a alinear los conectores.
Ford afirma que este tipo de conector de carga magnético se pueda emplear tanto en vehículos 100% eléctricos como en híbridos enchufables y en estaciones de recarga de corriente continua y alterna. Además, añade que este tipo de solución puede acoplarse a los puertos de carga convencionales de los vehículos eléctricos ya existentes.
El sistema está formado por dos partes. Una de ellas es fija y se sitúa en el paragolpes trasero del coche. La otra forma parte del punto de carga. Al carecer de un cable, esta configuración requiere maniobrar el vehículo para alinearlo con la estación de carga. Para facilitar esta operación, Ford añade en su solicitud que el diseño incluye cierto grado de articulación para permitir la conexión siempre que el conductor esté relativamente cerca del objetivo.
Ford no ha confirmado ningún plan establecido para incorporar este novedoso conector de carga en sus futuros vehículos de producción. Entre los problemas potenciales que quedan por resolver se encuentran el de la integración estética en el vehículo y el de la vulnerabilidad, ya que el sistema se monta en el parachoques, muy expuesto a ser golpeado.
Otras soluciones para facilitar la recarga
La mayoría de las soluciones que tratan de facilitar la recarga al usuario de un coche eléctrico tratan de eliminar totalmente la conexión física, recurriendo a la carga inductiva. Esta se basa en el campo magnético generado en una bobina enterrada en el suelo, que genera otro en otra que incorpora el vehículo, de manera que la electricidad se transmite sin la necesidad de cableado. Se trata de una tecnología que va ganando adeptos en los últimos años, gracias a la reducción de las pérdidas inherentes y a que, además, podría permitir la recarga en movimiento.
Además de estas soluciones sin cables, también se han mostrado otras opciones que no los eliminan, sino que sustituyen la maniobra manual que ha de hacer el usuario por un sistema robótico que se encarga de todo el proceso. Es el caso de la serpiente articulada que Tesla mostró en 2010 o el robot autónomo y futurista que presentó Volkswagen en 2019.
