Brose presentará en el próximo IAA Mobility de Múnich (7-12 de septiembre de 2021) un nuevo sistema de gestión térmica para vehículos eléctricos con el que promete que será posible incrementar la autonomía de los coches eléctricos en un 15%. El proveedor alemán califica el sistema de gestión como holístico ya que controla activamente la distribución de calor en el automóvil y aumenta significativamente su eficiencia.
El rendimiento del tren de potencia de un vehículo eléctrico depende de que se mantenga en un rango de temperaturas óptimo. Su control le corresponde al sistema de gestión térmica que actúa sobre todos sus componentes: el sistema de carga, el transformador/inversor, el motor eléctrico, la transmisión y sobre todo la batería (y el BMS). En el caso de esta última, evita que se caliente demasiado cuando está alimentando el sistema de tracción o cuando se está recargando, sobre todo en estaciones de recarga rápida. Al rendimiento, también le afectan las condiciones ambientales que no se limitan solo a las altas temperaturas. También afecta el frío, sobre todo en lo que se refiere a la capacidad de recarga de la batería. Hoy en día, cada fabricante emplea un método de enfriamiento diseñado para la arquitectura de sus vehículos. Sin embargo, los proveedores de componentes pueden reducir los costes de desarrollo y producción de este elemento facilitando su integración y acelerando la producción.
Por ahora, y hasta su presentación en la feria alemana, Brose no ha proporcionado detalles técnicos de su propuesta, aunque los datos iniciales parecen ser muy prometedores. Para un coche eléctrico con una autonomía homologada de 400 kilómetros, el sistema de Brose podría incrementar el alcance en 60 kilómetros extra. Por ahora, el proveedor no ha definido en qué condiciones y circunstancias será posible alcanzar este 15 % más de autonomía.
Brose suministra este nuevo sistema de gestión térmica en forma de módulos compactos previamente ensayados y libres de mantenimiento. En su interior se encuentran todos los componentes necesarios para su correcto funcionamiento, desde la bomba de calor hasta el distribuidor de refrigerante. Según el suministrador la integración es sencilla ya que todos los componentes del módulo se combinan con precisión entre sí funcionando de manera particularmente eficiente.
Opcionalmente, el sistema también se puede suministrar con un circuito de refrigerante sellado herméticamente. De esta forma, es posible instalarlo directamente sobre el automóvil sin necesidad de manipular el refrigerante, lo que debería reducir los costes y acelerar la producción. Además, según Brose, los módulos permitirán el uso de refrigerantes naturales como por ejemplo el propano.
Según indica Raymond Mutz, vicepresidente ejecutivo de Brose Group alrededor de un tercio de los compradores de un nuevo vehículo son reacios a decantarse por uno eléctrico por la escasa autonomía que proporcionan. "Por esta razón, hemos ampliado nuestra experiencia en compresores climáticos eléctricos para incluir subsistemas térmicos completos". Con este sistema de gestión térmica, "esperamos hacer una contribución importante a la aceptación de la movilidad eléctrica", añade.