La batería de los coches eléctricos es su componente más caro y también el más controvertido de cuantos forman sus sistema de propulsión. Es el corazón del sistema eléctrico porque es la que se encarga de alimentar al resto. Por eso, es lógico pensar que, para reducir el precio, los fabricantes puedan recurrir a rebajar costes en ella lo que supondría disminuir la seguridad y, a la larga, acortar la vida útil de todo el vehículo.
MG ha irrumpido en el mercado europeo con la baza del precio como principal atracción de su, cada vez, más extensa gama de coches eléctricos. Y quiere demostrar que esta hipótesis, al menos en su caso, no es cierta. El fabricante asegura que todos sus modelos disponen de la tecnología de baterías más avanzada del mercado.
La experiencia heredada y adquirida
Para logarlo se beneficia de la enorme experiencia en la materia de su empresa matriz, SAIC Motor, que lleva produciendo y desarrollando vehículos eléctricos desde hace más de una década. Los conocimientos adquiridos por MG de todos los vehículos electrificados comercializados por SAIC Motor sirven para mejorar las prestaciones de las baterías de sus automóviles.
El Roewe E550, con tecnología híbrida enchufable, fue el primer coche electrificado lanzado por SAIC Motor, hace ya más de diez años. La marca ha investigado el comportamiento de las baterías de muchas unidades de este modelo y ha analizado en profundidad las de una unidad con 575.000 kilómetros de uso, enviándola al laboratorio de baterías de la Universidad de Tsinghua para medir su rendimiento y degradación. La Universidad demostró que esa batería estaba en perfecto estado de funcionamiento y que aún ofrecía el 85% de su capacidad original.
Por otro lado, SAIC trabaja en estrecha colaboración con CATL, el mayor fabricante de baterías a nivel mundial, que está a la cabeza de la innovación en este sector y es proveedor de los fabricantes más reconocidos.
SAIC Motor y CATL formaron una empresa conjunta en 2017 y pusieron en pie una planta que ocupa 133 hectáreas, diseñada para producir una capacidad total de baterías de 36 GWh.
La tecnología de CATL
La cadena industrial completa establecida por CATL para desarrollar y producir baterías ha establecido un sistema que abarca todos los aspectos de este componente: desde las celdas, pasando por los sistemas de gestión y terminando por el reciclaje final. La tecnología de CATL vigila aspectos tan importantes como la densidad energética, la carga rápida, el ciclo de vida y la fiabilidad, todo ello con un control y vigilancia por el cuidado del medioambiente. MG se beneficia así de una de las mejores tecnologías de baterías del mercado.
Una de las características más importantes de estas baterías es su excelente gestión térmica, lo que permite optimizar la autonomía del coche, la durabilidad y la seguridad de la batería.
Por ejemplo, en el caso del MG4, en sus versiones de equipamiento Comfort y Luxury, ofrece hasta 450 kilómetros de autonomía con una batería que alcanza una capacidad bruta de 64 kWh de capacidad bruta. Además, ofrece una potencia de carga en corriente continua de 150 kW que le permite pasar del 20% al 80% en solo 35 minutos. Está diseñada para ofrecer hasta 2.000 ciclos de carga-descarga, lo que, según la marca, supone más de 500.000 kilómetros de uso.
En cuanto a la seguridad ante posibles fugas térmicas, provocadas por el cortocircuito de alguna de las celdas que componen sus baterías, MG ha logrado alcanzar el ‘nivel L0’. Esto significa que, si se produce, la combustión no se extenderá desde el paquete de baterías al resto del vehículo: emitirá humo, pero no se incendiará.