Con motivo del Salón del Automóvil de Bruselas 2025, la CEO de Peugeot, Linda Jackson, ha tenido la oportunidad de hablar con los distintos medios, y una de sus declaraciones más interesantes está relacionada con la ayuda que pide a los gobiernos para que el vehículo eléctrico pueda mejorar su cuota de mercado, especialmente en Europa.
La consejera delegada hace una llamamiento a los líderes políticos, a los que pide que se impliquen más en la transición hacia una flota de coches libres de emisiones, pues "hay un límite a lo que un fabricante puede hacer", apunta Jackson.
Las políticas deben remar a favor de los fabricantes
Por tanto, como Peugeot y Stellantis en general están cumpliendo con las peticiones y objetivos de emisiones de la Unión Europea, espera que la respuesta de los dirigentes de los países sea facilitar el impulso de las ventas de automóviles 100% eléctricos, tanto nuevos como usados.
La CEO de la firma francesa no ha querido 'mojarse' en cuanto a si la mejor estrategia es reforzar una política de aranceles que proteja más a las marcas que fabriquen en Europa o si lo que hay que hacer es mejorar los incentivos a la compra de los modelos eléctricos, porque, según Linda, todavía hay "muchas discusiones en curso de las que no forma parte", pero es "obvio" que "se busca algo estimule el mercado".
Linda Jackson también ha querido recordar que Peugeot "tiene todas las herramientas para afrontar el año 2025", pero necesita que haya un apoyo estatal en los distintos países en los que se exige una aceleración de la oferta de coches eléctricos.
"Tenemos los productos, tenemos las gamas, tenemos la experiencia del cliente, y tenemos ofertas competitivas en el mercado", sentencia Linda, pero "como fabricante, sólo podemos hacer unas cuantas cosas", y "creo que necesitamos algo de ayuda de los gobiernos".
Peugeot pide a los gobiernos que faciliten la compra de coches eléctricos
También en Reino Unido, que desde el Brexit ha tomado unos camiones distintos al resto de Europa, pues no aplica los aranceles de importación que ha impuesto Bruselas a los coches chinos , y tampoco cuenta con incentivos a la compra como los que podemos encontrar en España en forma de Plan Moves III.
Todo pese a un mandato británico ZEV que sí exige una limitación de emisiones cada vez mayor en los vehículos que venden allí las marcas, y que pretende ser más estricto que la normativa estándar europea.
De ahí que tanto en Reino Unido como en la Unión Europa se pidan, no sólo desde Peugeot, ventajas fiscales de cualquier tipo para aquellos que quieran "adquirir automóviles pequeños y familiares más asequibles".