Bajo la opinión de muchos, SEAT lleva varios años estancada. Su oferta de productos se limita a los ya conocidos por todos y no tienen previsto incorporar un coche eléctrico hasta dentro de varios años. La gama se concentra a día de hoy en vehículos con motores de gasolina o algunas alternativas híbridas enchufables, como el SEAT León eHybrid. Es decir, coches ‘asequibles’ y con unas mecánicas a la vieja usanza.
La culpa de que SEAT pueda presentarse como la marca de coches accesibles y de mecánica tradicional, la tiene CUPRA. Su compañía hermana está lanzando un buen catálogo de vehículos actualizados y mecánicas eléctricas. Ejemplo de ello es el Tavascan, su último SUV ‘cero emisiones’, gracias al cual, SEAT puede tener en su nómina a coches asequibles como el Ibiza o el Arona.
Los aranceles a China hacen peligrar puestos de trabajo en SEAT
El CUPRA Tavascan es un modelo que se fabrica en China. Su producción se llevó hasta el país oriental bajo el pretexto de rebajar sus costes y poderse ofrecer en el Viejo Continente por un precio más accesible. Sin embargo, los propios aranceles impuestos por la Unión Europea a la importación de coches eléctricos producidos en China está poniendo en serio peligro la estabilidad de SEAT y CUPRA.
Estos aranceles, recordemos, se adoptaron para combatir a las marcas chinas que habían sido subsidiadas por el gobierno oriental y poder así hacer competencia desleal a las europeas en su propio territorio. Sin embargo, esto también terminó afectando a las propias europeas que fabrican en China. Un contratiempo que no ha hecho ningún bien a estas.
Tal es así que Wayne Griffiths, CEO de SEAT y CUPRA, ha podido hablar con el medio Autocar, al que ha dejado claro su punto de vista: “No protegen ni a Europa ni a España y, en cambio, nos van a perjudicar”. El directivo hizo especial hincapié en el efecto negativo que tiene este impuesto para las dos marcas que regenta.
El CUPRA Tavascan está actualmente sosteniendo sobre sí los ya mencionados aranceles de la Unión Europea (un 30,7% sumando también el 10% anterior), pero también la posibilidad de que SEAT produzca sus coches accesibles. Por ello, Griffiths ya ha advertido en varias ocasiones que, de no reducirse o eliminarse estos aranceles, las consecuencias serán muy graves.
“Esto podría ponernos en una situación en la que tengamos que empezar a despedir personal. Actualmente estamos pagando la tarifa en lugar del cliente y no podemos seguir haciéndolo. Si no se eliminan los aranceles, habrá que dejar de fabricar los SEAT Ibiza y Arona y reducir la producción de coches de combustión para equilibrar el mix de ventas de la compañía”, advirtió severamente Wayne Griffiths.
Ante esto, también puntualizó: “Los legisladores europeos comprenden este impacto. Por lo tanto, están dispuestos a comprenderlo. Existen diferentes mecanismos que podemos utilizar para intentar encontrar una mejor solución. Estamos estudiando opciones con la Comisión Europea. Y lo bueno es que contamos con el apoyo del gobierno español para encontrar una solución”.
Después de esto, el CEO concluyó: “Lo que los responsables políticos deben comprender es que, al tomar decisiones, se tratan decisiones a largo plazo sobre tecnología, modelos, plataformas y plantas de producción. No se puede improvisar de un día para otro, por lo que se necesita cierta fiabilidad a largo plazo. La solución es ‘cero’. Aunque cero no es cero, es el 10% del arancel de importación original. Siempre fue la base para tomar todas las decisiones”.
Recordemos que SEAT se comprometió a actualizar tanto el Ibiza como el Arona para finales del presente 2025. Esta renovación traerá consigo, además de una estética renovada, la incorporación de nuevos motores híbridos, lo que supondrá una mejora en sus consumos y la adopción, en España, de la etiqueta ECO de la DGT.