El éxito de una marca no siempre reside exclusivamente en sus ventas. El 2024 fue un año espectacular para la división de coches eléctricos de BMW, pero se quedó muy lejos de los puestos de cabeza a nivel internacional. Sin embargo, esto no supone ningún problema. La división de eléctricos “i” está cosechando ahora los frutos sembrados hace más de una década. BMW fue pionera en materia de electrificación y hoy puede decir que vende más coches eléctricos que sus dos principales rivales alemanas; Mercedes y Audi. BMW vende más sola que sus rivales juntas.
En 2024, BMW vendió un total de 368.523 unidades eléctricas en todo el mundo. Un crecimiento anual del 12% con respecto al curso anterior. Con un total de 2.200.217 coches vendidos en todo el año, los eléctricos representaron un 16,7% de cuota del mercado. Un dato excelente si lo comparamos con compañías similares. Mercedes sólo pudo vender 185.059 coches eléctricos en todo el mundo durante los últimos 12 meses. Una reducción del 23% con respecto al año anterior. La situación es tan delicada que los alemanes se han visto obligados a cambiar su estrategia. Habrá combustión más allá del 2030.

La gama eléctrica de BMW seduce por sus cifras y conducción
Las cifras cosechadas por Audi en 2024 son muy similares. La marca de los cuatro aros vendió un total de 164.480 coches eléctricos el año pasado, un 7,8% menos que en 2023. Si sumamos las matriculaciones de Audi y Mercedes nos dan un total de 349.539 unidades. Es decir, 18.984 coches eléctricos menos de los que vendió BMW. La gran pregunta que surge es, ¿qué está haciendo BMW que no están haciendo sus rivales? Lo primero que hay que tener en cuenta es la gran experiencia que la Bayerische Motoren Werke acumula en materia de electrificación. El BMW i3 fue un pionero.
Salió a la venta en 2013 y desde el principio dejó muy claro que se había adelantado a su tiempo. A pesar de su precio fue un éxito de ventas, manteniéndose con vida hasta el pasado 2022. Pronto será reemplazado por un nuevo BMW i3, berlina en esta ocasión. Desde el principio, BMW ha acertado con la designación de sus eléctricos. Audi y Mercedes han cambiado varias veces de opinión. El último formato es mucho más sencillo y no distingue entre eléctricos y térmicos. Los alemanes quieren normalidad y así será. BMW se mantendrá firme con sus “i”, demostrando que lo que funciona no hay que tocarlo.

Sin embargo, el nombre no es la única ventaja con la que cuentan en BMW. Sus productos sin mejores. No hay más misterio. La experiencia de conducción de un eléctrico de BMW es muy natural. Los consumos son ajustados, las autonomías reales próximas a las homologadas y la experiencia de carga es extraordinaria. Mercedes y Audi no consiguen igualar la experiencia de usuario. Al menos no podían. Ambas marcas acaban de presentar sus primeros coches eléctricos de última generación con los que pretenden recuperar terreno. El Audi A6 e-tron y el Mercedes CLA tratarán de equilibrar una balanza muy desnivelada.