En 2010 Nissan fue pionera en la industria del automóvil eléctrico gracias al LEAF, el primer vehículo 100% eléctrico de masas. Sin embargo, los japoneses no han sabido explotar ese logro y hoy el LEAF apenas tiene peso en los mercados. Pronto llegará un cambio significativo para él. Honda está inmersa en una situación incluso más comprometida. Sus primeros eléctricos no han tenido el recibimiento que esperaban y el único objetivo de la compañía es ampliar la oferta sin disparar el gasto. Para ello, tal y como afirman fuentes japonesas, Nissan y Honda podrían estar pensando en colaborar más estrechamente para desarrollar dos nuevas e importantes vías de negocio.
Por muy extraño que suene, en Japón, es muy común que fabricantes rivales aúnen esfuerzos para crear y desarrollar nuevos productos. Famosas son las asociaciones de Toyota con varias marcas, tales como Mazda o Suzuki. En Oriente está bien visto, no tienen problema en llamar a la puerta del vecino y rival para pedir ayuda. Nissan y Honda ocupan los otros dos puestos del ranking de marcas más populares en Japón, tras Toyota, claro. A principios de este año ambos fabricantes anunciaron una estrecha colaboración con el objetivo de desarrollar coches eléctricos más baratos. Ahora esa unión se puede extender a nuevas áreas.
Pocas ventas eléctricas y una búsqueda por compartir gastos
Ese primer acuerdo contemplaba trabajos específicos en plataformas y sistemas motrices, motores, principalmente. El objetivo no es otro que abaratar los costes de desarrollo. Sin embargo, hoy los fabricantes invierten grandes sumas de dinero en trabajos informáticos. La creación del software de control que dirige a los coches eléctricos está siendo un quebradero de cabeza para muchas marcas. La inversión es de decenas de miles de millones y no todas las compañías quieren o pueden afrontar semejante pago. La mejor manera de reducir la factura es colaborando estrechamente con otra empresa, en este caso rival directa.
Se prevé que el software centre una parte importante de esa nueva colaboración entre marcas, pero no será la única. Nissan y Honda quieren crear una red de carga conjunta. Una infraestructura de alta potencia con la que poder extender el negocio eléctrico. La información al respecto es bastante escasa. Ninguna de las dos empresas ha querido corroborar los rumores, aunque en la firma del acuerdo original, el CEO de Nissan, Makoto Uchida, aseguró que estaban abiertos a colaborar juntos, con Honda, en cualquier región del mundo, ya sea en Japón o en el extranjero. A ninguna de las dos marcas le vendría mal un impulso eléctrico.
En lo que llevamos de años, las ventas eléctricas de ambas compañías son, cuanto menos, discretas. En los primeros cinco meses, entre enero y mayo, Nissan ha vendido apenas 50.000 coches eléctricos en todo el mundo, lo que supone un 3,5% de las ventas totales de la compañía en dicho periodo que ascienden hasta los 1.4 millones. Los datos de Honda son incluso peores, a pesar de haber anunciado un ambicioso plan eléctrico para el futuro. Entre enero y marzo, último plazo del que hay constancia, la compañía ha matriculado 3.190 vehículos en todo el mundo, apenas un 0,3% de la cuota de mercado general de la compañía que supera el millón de unidades en todo el mundo durante los primeros tres meses.