Aunque solemos hablar de marcas y fabricantes principales, toda la industria del motor está volcada en la electromovilidad. En el sector podemos encontrar grandes nombres como Volkswagen o Tesla junto con otras empresas de ingeniería de gran valor, como Bosch o ZF. Este último se ha posicionado como uno de los proveedores principales de cajas de cambios. Sus famosas transmisiones de convertidor de par se encuentran en una gran cantidad de vehículos, pero ahora parecen más centrados en desarrollar tecnologías que alimentarán a los próximos coches eléctricos.
Con sede en Alemania, ZF promete mejorar la potencia y la eficiencia de los vehículos movidos por baterías. Cada cierto tiempo presenta un desarrollo mecánico de gran importancia. Hace unos meses ya hablamos de los nuevos motores EVSys800. A pesar de su pequeño tamaño -podría caber en una mochila-, el propulsor eléctrico desarrollado por ZF consigue cifras impresionantes. Pesa un 30% menos que cualquier otro motor eléctrico equivalente actual. Desarrolla más de 400 caballos de potencia y logra el mejor dato de par por kilogramo de la industria, 70 Nm/Kg.
Capaces de trabajar a una tensión nominal de 800 voltios, los propulsores EVSys800 pronto empezarán a usarse de forma comercial en el Lotus Eletre, aunque llevan años en fase de pruebas en un Porsche Taycan que ZF ha bautizado como EVbeat. El nuevo motor utiliza carcasas de aleación para mantener el peso bajo. En el interior, el típico devanado en horquilla se reemplaza por un devanado trenzado, que consigue eliminar 200 soldaduras láser, lo que a su vez reduce el tamaño del paquete en un 10% y aumenta la potencia en un 50% hasta los 300 kW.
Otra característica del tren motriz eléctrico de tercera generación desarrollado por ZF es la transmisión de reducción coaxial con engranajes planetarios. La compañía asegura que la caja se convertirá en referencia en la industria, tanto por rendimiento -realiza funciones de reducción de motor como de diferenciales-, como por rumorosidad, al contar con engranajes acústicamente optimizados. Todo ello se combinará con una suspensión inteligente conectada directamente con todo el tren motriz. Apodada como Chasis 2.0, el conjunto está definido por un software de última generación y una potente centralita con base de carburo de silicio, que puede analizar, calcular y ajustar la dureza de la amortiguación.
Capaz de hacer hasta 1.500 operaciones por segundo, la suspensión inteligente de ZF podrá programar la suspensión, así como otros parámetros de la dinámica como la dirección, los frenos o el accionamiento del motor eléctrico. Todo ello trabaja de forma unida para lograr no sólo la mejor dinámica sino también la máxima eficiencia posible que permita ampliar la autonomía de los coches eléctricos. El Lotus Eletre será el primer coche del mundo en disponer de estas tecnologías, pero no será el único ya que pronto más unidades contarán con los últimos avances de la empresa alemana.