Tiene todas las de convertirse en un éxito de ventas gracias a un precio mejor que el de las apuestas por parte de marcas generalistas y a una calidad de construcción y diseño que acabará de cautivar a los potenciales compradores. Se trata del Volvo EX30, un pequeño SUV eléctrico que en cierta medida ha sentado las bases para que, en un futuro no demasiado lejano, todos los fabricantes se vean obligados a posicionar sus coches eléctricos en un rango de precio más lógico.
En nuestro país, el eléctrico de acceso de Volvo está disponible desde 36.770 euros, por lo que cuesta lo mismo que un MG ZS EV (que es un low-cost chino) o incluso menos que un Hyundai Kona o un Opel Mokka-e. Pero ¿qué ofrece realmente el EX30 a cambio de este precio?
La versión que encarga esta versión de acceso se denomina Core y, ya de partida, hace gala de un nivel de equipamiento de serie que, por el precio al que está situada, deja en muy mal lugar a las versiones más básicas de muchos de sus rivales.
No podemos enumerar todo el equipamiento que ofrece de partida, ya que es una lista demasiado larga, pero, entre los elementos más llamativos, destacan una doble cámara trasera y frontal para ayuda al aparcamiento; iluminación completa con tecnología led, tanto en su interior como para su sistema de faros exteriores y función de largas automática; control de crucero adaptativo y limitador de velocidad; pantalla central de 12,3 pulgadas (en común con las versiones más caras), y múltiples sistemas de ayuda a la conducción.
También ofrece de serie llantas de 18 pulgadas acabadas en doble tono, lo que exteriormente le aporta una imagen más cuidada de lo habitual en una versión de acceso.
Esta línea de equipamiento se ha de conjugar con la especificación mecánica Single Motor para que cueste esos 36.770 euros que tiene como reclamo. El sistema eléctrico de esta versión se articula en torno a un motor eléctrico de 272 CV de potencia y una batería de 49 kWh de capacidad con química LFP, que, a la larga, es el tipo de batería que mejores resultados está dando en términos de fiabilidad y vida útil.
Las prestaciones quedan marcadas por una aceleración de 0 a 100 en unos radicales 5,6 segundos (insistimos en que se trata de la versión más básica) y una autonomía homologada de 344 kilómetros, que, si bien no es un dato demasiado llamativo, sí que es más que suficiente para completar varios días de uso o incluso una semana de funcionamiento habitual en cualquier familia.
Se trata, no obstante, de un coche de segmento B (del B-SUV, más concretamente). Por ello, sus dimensiones exteriores están en la zona compacta de la oferta actual (mide 4,23 metros de largo) y ofrece un maletero de 318 litros, que es un dato correcto, aunque lejano de los 466 litros que consigue el renovado Hyundai Kona, por ejemplo.