Los fabricantes de coches, liderados por el CEO de Mercedes, alertan sobre la situación de la industria europea y piden "flexibilidad" con el Pacto Verde

Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, ha pedido a la Comisión Europea revisar el Pacto Verde para hacerlo más flexible.

Ola Källenius junto al Mercedes EQS eléctrico.
Ola Källenius junto al Mercedes EQS eléctrico.
22/01/2025 11:30
Actualizado a 22/01/2025 14:22

El 2024 fue un año no demasiado bueno para los coches eléctricos en Europa. Mientras las ventas de vehículos eléctricos repuntaban en mercados como Estados Unidos y China, los primeros datos provisionales apuntan que las matriculaciones en Europa cayeron un 6% en comparación con el año anterior, a pesar del lanzamiento de modelos más asequibles. Este revés ocurre justo cuando el Pacto Verde Europeo empieza a imponer nuevas exigencias a la industria del automóvil, planteando un escenario más difícil para los fabricantes.

El Pacto Verde Europeo busca reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero en un 55% para 2030 y eliminarlas por completo para 2050. Entre las medidas más estrictas se encuentra la prohibición de vender nuevos vehículos con motores de combustión a partir de 2035, una medida que afecta de lleno a todos los fabricantes europeos.

Sin embargo, el desafío más inmediato es el límite promedio de emisiones de dióxido de carbono (CO2) que los turismos y vehículos comerciales deben cumplir desde este mismo año. Los fabricantes que no alcancen el objetivo se enfrentarán a sanciones económicas significativas, un castigo que muchos consideran inoportuno en un momento de transformación de la industria. Países como Alemania han pedido perdonar las sanciones al menos hasta el año que viene.

La postura de Mercedes-Benz y la ACEA

Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), ha sido uno de los críticos de estas sanciones. En una carta abierta a la Comisión Europea y al Parlamento Europeo, Källenius ha pedido revisar el Pacto Verde para hacerlo más flexible y mejor adaptado a la realidad actual del mercado.

"El riesgo de pagar fuertes multas por incumplimiento de las normas de CO2 podría desviar fondos necesarios para la investigación y desarrollo, esenciales para llevar vehículos eléctricos más asequibles al mercado", declaró Källenius.

CEO Mercedes Benz Kallenius
Ola Källenius es CEO de Mercedes y presidente de ACEA, la patronal de fabricantes.

El directivo sueco enfatizó que, aunque los fabricantes están comprometidos con la neutralidad climática para 2050, la estrategia actual podría limitar el crecimiento económico y la competitividad del sector. Källenius propuso incentivos adicionales y una colaboración más estrecha con empresas energéticas y de telecomunicaciones para impulsar las ventas de coches eléctricos y apoyar la transición hacia un transporte limpio.

¿Un problema de oferta o demanda?

Aunque hay más modelos eléctricos disponibles que nunca, y más asequibles, la caída en las ventas de 2024 pone en duda si la estrategia de electrificación está alineada con la demanda del mercado. Källenius argumenta que el problema no radica en la falta de opciones, sino en la necesidad de crear un marco que haga más accesibles estos vehículos para los consumidores.

Mientras tanto, Transport & Environment (T&E), una organización sin ánimo de lucro que presionó para la adopción de estas normativas más estrictas, asegura que la mayoría de los fabricantes están bien posicionados para cumplir con las nuevas metas de emisiones gracias a los vehículos híbridos y eléctricos que lanzarán este año.

Metas de emisiones y sanciones

Desde 2025, las flotas de turismos deben registrar emisiones promedio de menos de 95 g/km de CO2, mientras que los vehículos comerciales ligeros deben estar por debajo de 147 g/km. Estos límites pueden ajustarse dependiendo del peso promedio de los vehículos vendidos por cada fabricante y los bonos obtenidos por la venta de modelos eléctricos o híbridos enchufables. Es decir, cuanto más pesado sea un vehículo, más CO2 puede emitir, pero también con un límite.

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Actualmente existe mayor oferta de modelos eléctricos, y más asequibles que nunca.

Por ejemplo, Mercedes-Benz debe alcanzar un objetivo estimado de 91 g/km, Volvo tiene un límite de 90 g/km, y Stellantis (que tiene muchos vehículos comerciales) debe situarse por debajo de los 97 g/km. Si las marcas exceden estas cifras, enfrentan multas de 95 euros por cada gramo de CO2 excedido, multiplicado por el número de vehículos vendidos.

¿Es alcanzable el objetivo de 2025?

Según T&E, las metas establecidas para 2025 son realistas. La combinación de híbridos enchufables, híbridos convencionales y vehículos eléctricos que están comenzando a salir de las líneas de montaje debería permitir a la mayoría de los fabricantes evitar sanciones.

Sin embargo, alcanzar estas cifras dependerá de mantener un equilibrio entre producción, ventas y la capacidad de los consumidores para adoptar vehículos eléctricos de forma masiva. Algunos fabricantes como Stellantis ya están pensando no en vender más coches eléctricos sino en reducir de manera forzada la producción de coches con motor de combustión.

Con la mirada puesta en 2035 y la prohibición de los motores de combustión, el éxito del Pacto Verde dependerá de encontrar un balance entre las regulaciones y los incentivos para fabricantes y compradores. Por ahora, los fabricantes como Mercedes-Benz piden tiempo y mayor flexibilidad, argumentando que las multas pueden obstaculizar los avances necesarios para cumplir las metas de descarbonización. El 2025 será un año clave para la industria automotriz europea, que se enfrenta a uno de los mayores desafíos de su historia reciente.