En marzo de 2018, la Unión Europea hacía obligatoria la implementación del sistema e-Call o botón SOS para realizar automáticamente una llamada de emergencia al 112 en caso de accidente. En el proceso, solicita asistencia médica y transmite la ubicación del vehículo mediante el GPS. A partir de julio de 2022, la Unión Europea introdujo otro nuevo requisito de seguridad que establece que todos los coches nuevos que se vendan en su territorio deben contar con Registradores de Datos de Eventos (EDR).
¿Y esto qué es? Pues, básicamente, una caja negra. Efectivamente, se trata de una unidad de registro llamada EDR, igual que la de los aviones, que se encarga de almacenar datos críticos del vehículo. En el desafortunado caso en el que se produzca un accidente, los expertos pueden utilizarlos para obtener información sobre las circunstancias, pudiendo ser clave para encontrar las causas y el progreso de lo ocurrido. Sin embargo, como veremos, es una caja negra descafeinada en comparación con la de los aviones.
La ley se extiende a más vehículos a partir de julio de 2024
Este requisito se incluye en el Reglamento nº 160 de las Naciones Unidas. La Unión Europea se encargó de implementarlo en forma de obligatoriedad por lo que está en vigor desde el 6 de julio de 2022. Exige la inclusión de EDR en todos los desarrollos de vehículos nuevos. En unos meses, a partir del 7 de julio de 2024, este requisito se ampliará para cubrir no sólo los vehículos de nuevo desarrollo, sino también todos los turismos y vehículos comerciales ligeros de nueva matriculación (categoría M1).
El propósito de este sistema, así como de otros sistemas avanzados de asistencia al conductor (ADAS), es prevenir hasta 25.000 muertes y más de 140.000 lesiones graves en Europa en los próximos 17 años, según un estudio llevado a cabo por el Parlamento Europeo. Se busca incluso acercarse a la meta de reducir las muertes en carretera a cero para el año 2050.
¿Qué guarda la caja negra?
El registrador de datos de eventos (EDR- Event Data Recorder), que tiene el tamaño de un móvil, se coloca bajo el asiento del conductor, atornillado al chasis y conectado a la centralita. Recoge datos de sensores ubicados en los módulos de control de las bolsas de aire y lleva a cabo un registro constante de varios datos del vehículo.
Estos solo se almacenan de manera permanente cuando los sensores específicos detectan un accidente o condiciones de conducción inusuales que podrían dar lugar a un accidente. La información registrada se conserva en una ventana de tiempo de 30 segundos antes del accidente y 5 segundos después, siempre que el coche permanezca encendido.
La información registrada se clasifica en tres categorías: datos relativos a la dinámica del vehículo antes del impacto, después del impacto e información sobre el sistema de retención. Guarda parámetros como la velocidad, las condiciones de funcionamiento del motor, el movimiento de la dirección o la posición del acelerador, entre otros.
La información es anónima y no incluye grabaciones de vídeo ni audio. Se limita a registrar datos en situaciones específicas y no almacena información personal como el nombre, la edad o el sexo del conductor. Por lo tanto, no se utiliza para atribuir responsabilidad a un conductor en caso de un accidente, de acuerdo con las especificaciones de la Unión Europea. Además, el número de bastidor del vehículo no está asociado con la caja negra. La función principal de este dispositivo es recolectar datos para su posterior análisis en el contexto de accidentes.
Para acceder a estos datos, se necesita equipo especializado conectado al EDR a través de la interfaz OBD. No obstante, el acceso al EDR está sujeto a restricciones rigurosas y generalmente requiere de una orden judicial debido a las regulaciones del Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) que rige el almacenamiento de datos en la Unión Europea.