La UE extiende a tres años el plazo para que los fabricantes reduzcan las emisiones contaminantes antes de imponerles multas millonarias

La presidenta de la Comisión Europea ha anunciado que los fabricantes tendrán tres años, hasta finales de 2028, para reducir las emisiones contaminantes antes de enfrentarse a cuantiosas multas.

Tras meses de solicitudes de flexibilización por parte de Gobiernos y fabricantes, la UE finalmente ha dado su brazo a torcer.
Tras meses de solicitudes de flexibilización por parte de Gobiernos y fabricantes, la UE finalmente ha dado su brazo a torcer.
03/03/2025 16:35
Actualizado a 03/03/2025 19:00

Los fabricantes de automóviles han logrado una victoria ante la UE. Y no precisamente pequeña. Porque aunque la UE no suavizará los límites de emisiones contaminantes que deben cumplir las distintas marcas que venden sus productos en Europa, acaba a anunciar que estos límites deberán cumplirse antes del final de 2028; no al final de este año.

Tal y como recoge EuropaPress, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen ha justificado su decisión tras meses de negativa, peticiones de los fabricantes e incluso del PP europeo señalando que "existe una clara demanda de mayor flexibilidad en los objetivos de CO2", tras adelantar que prevé presentar los detalles de su propuesta para el sector del automóvil este próximo miércoles 5 de marzo.

emisiones contaminantes coches
La normativa CAFE, en vigor desde el 1 de enero, pretende limitar las emisiones contaminantes de los vehículos. Ahora, los fabricantes tendrán tres años paa hacerlo.

Adiós a la amenaza de 15.000 millones de euros o más en multas por emisiones

Hay que recordar que, desde la entrada en vigor, el pasado 1 de enero, de la normativa CAFE -las siglas en inglés de Clean Air For Europe-, los fabricantes cuyos productos se vendan en los 27 países de la UE deberían asegurarse de que las emisiones medias de dióxido de carbono de sus gamas de automóviles nuevos no superasen los 93,6 gramos por kilómetro.

Dicha normativa, que se dio a conocer ya en 2019, se iba a mantener entre 2025 y 2029 y no cumplirla supondría que los fabricantes de automóviles que no lo lograran se enfrentarían a importantes sanciones, en concreto, con hasta 95 euros por cada gramo que excediera este el límite comunitario… y que se multiplicaría por el número de coches vendidos que incumplieran esa norma. 

Una cantidad que, según los cálculos de ACEA, la patronal europea de fabricantes, podría suponer o incluso superar los 15.000 millones de euros, lo que pondría “en peligro a la industria europea del automóvil”.

Esta normativa también supuso que, como posible solución a sus problemas, las distintas marcas y grupos automovilísticos buscasen asociarse con los fabricantes de coches eléctricos para, así, ‘diluir’ las emisiones de sus vehículos en grupos de fabricantes -los coches eléctricos no emiten CO2- y, de esta forma, evitar las sanciones.

Es por eso que marcas como Stellantis, Toyota, Mazda, Subaru y Ford se hubiera asociado con Tesla, a la vez que otras como Mercedes-Benz, Volvo y Smart lo fueran a hacer con Polestar.

byd atto 2
Junto a Tesla y Polestar, BYD suponía una tercera posibilidad de asociación para fabricantes de coches térmicos a la hora de tratar de evitar las multas por emisiones de la UE.

Pero ojo, porque no todas las marcas y grupos buscaban esta asociación. Así, ni el Grupo Volkswagen ni BMW ni Renault habían anunciado ninguna asociación, pese a contar con la posibilidad de hacerlo con BYD.

La propuesta de la UE, con sentido “sólo si se aprueba con celeridad”

A la vista de esta perspectiva para los fabricantes afectados por la norma CAFE, la mayoría europeos, la UE estableció un grupo de trabajo para discutir la situación, que finalmente ha supuesto que Von der Leyen pide una enmienda para aumentar de uno a tres años el plazo para que los fabricantes logren la reducción de emisiones inicialmente prevista para fin de este 2025.

Pero, mucho ojo, ya que las modificaciones a la norma que propondrá la presidenta de la Comisión Europea deberán tener el visto bueno tanto del Consejo -los gobiernos de los 27 miembros de la UE- como del Parlamento Europeo. Por eso, y porque las modificaciones deberían aprobarse antes de final de año, Von der Leyen ha pedido a la UE proceder con urgencia: [esta modificación] "sólo tendrá sentido si se aprueba con celeridad", ha avisado.

Parlamento Europeo

Las modificaciones a la normativa que presente Von der Leyen deberán ser aprobadas tanto por el Consejo Europeo como por el Parlamento comunitario.

Respecto al cambio de parecer de la UE ante los plazos para cumplir con la reducción de emisiones contaminantes, Von der Leyen ha afirmado que resulta "clave" mantener el "equilibrio" y respetar la "previsibilidad y equidad" para aquellos fabricantes que ya están "cumpliendo los deberes". Eso supone que “tenemos que ceñirnos a los objetivos ya acordados", ha explicado la dirigente alemana para explicar porque no se han suavizado los límites y sí se ha aumentado el plazo para lograrlo.

Por otro lado, Von der Leyen ha argumentado a favor del aumento del plazo que la UE debe "escuchar" tanto a quienes "piden más pragmatismo en estos tiempos difíciles, […] en especial en lo que se refiere a […] las sanciones en casos de incumplimiento".

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