Hoy, todo el mundo se vanagloria de vivir en un mercado globalizado donde es posible adquirir productos de cualquier parte del mundo. Todo está conectado y eso supone que un pequeño cambio en la cadena puede afectar indirectamente a alguien en el otro lado del mundo. Esto es lo que ha pasado con la guerra comercial iniciada por Tesla a principios de este año. La compañía, como es lógico, no pensó en cómo podría afectar su política de precios a otras empresas del sector. Autonomy Inc. estuvo a punto de cerrar, tal y como relata en Automotive News.
A principios de este año, sin previo aviso, Tesla empezó a recortar de forma drástica el precio de sus eléctricos en todo el mundo. Miles de euros por cada coche que supusieron el inicio de una guerra comercial en todo el mundo, principalmente en China. Hoy, más de medio año después, los fabricantes chinos han decidido firmar una tregua para no seguir recortando los precios de los coches, ya que los márgenes de beneficios cada vez están más ajustados. Tesla juega con la ventaja de que gana más que ninguna otra empresa, salvo Ferrari, por cada unidad vendida.
El mercado recibió con aplausos la estrategia de Elon Musk, pero no todo el mundo quedó satisfecho y, si no, que se le pregunten a Scott Painter. El empresario americano tiene en su haber varias compañías relacionadas con el sector de la automoción, incluyendo Autonomy Inc. su empresa más joven dedicada a comprar coches eléctricos de Tesla, General Motors y Volkswagen para, posteriormente, ofrecerlos a clientes terceros mediante una suscripción o alquiler a largo plazo. A modo de resumen, se trata de una empresa de renting con un valor colectivo de 1.200 millones de dólares.
Sin embargo, en esta vida todo se basa en el momento. Con el plan comercial perfectamente fijado, lo que Painter menos esperaba era una caída tan drástica en el precio de los coches de Tesla. El valor residual de los vehículos ofertados es una de las grandes bazas económicas de las empresas de renting. Si el valor del coche cae, el valor de la flota también y, por extensión, el de la empresa. Sigues teniendo la misma cantidad de producto, pero el precio de cada unidad es menor. “En lugar de tener una flota por valor de 85 millones de dólares, de repente, en un día, teníamos una flota de 56 o 57 millones”.
Para no irse a pique, Autonomy Inc. ha tenido que reevaluar toda su estrategia y buscar nueva financiación. Painter ha conseguido recaudar 12 millones adicionales, ha recortado los costes operativos y también ha reducido drásticamente el personal, pasando de 120 a tan sólo 45 trabajadores. También han tenido que recalcular el número de coches. En un principio estimaban adquirir 23.000 vehículos de 17 fabricantes diferentes. Actualmente, operan con 1.300 coches y creen que, superada la barrera de los 3.000 coches, volverán a recuperar los gastos.
Algo más o menos parecido ha pasado con los coches de segunda mano. Durante años, con la producción limitada, las unidades de ocasión de Tesla han vivido en una especie de burbuja. En muchas ocasiones, los precios de coches de segunda mano casi igualaban a los de uno nuevo. Sin embargo, desde que Tesla ha incrementado la producción y ha bajado los precios, las tarifas de los vehículos de ocasión han sufrido un considerable descenso. Las ventas han caído porque muchos conductores optan por coches nuevos con plazos de entrega muy ajustados.
