Durante los últimos años, la industria automovilística ha ido avanzando hacia el equilibrio de precios entre los coches eléctricos y los de combustión, poniendo el acento en el coste de producción de las baterías, su componente más costoso. La meta impuesta era lograr que, una vez empaquetada y lista para implementarla en el vehículo, su precio fuese de 100 dólares por kWh o menos.
Este objetivo estuvo cerca de cumplirse antes de la pandemia, pero las interrupciones en la cadena de suministro hicieron que los precios de las materias primas como el níquel, el cobalto y otros metales esenciales se dispararan. Según el último informe de Bloomberg, por fin, ese día ya ha llegado, al menos en algunas regiones del mundo. El precio de coste las de las celdas de batería LFP en China se ha reducido un 51% desde 2023, hasta una media de 53 $/kWh, una cifra considerablemente inferior que el precio promedio a nivel mundial, que se sitúa en 95 $/kWh el año pasado.
¿Para cuándo los coches eléctricos al mismo precio que los de combustión?
En el último año y medio, los precios de las materias primas han experimentado una notable caída. El coste del cátodo, el componente más caro de una celda de batería, ha reducido su contribución al precio total de una celda de batería desde el 50% de principios de 2023 a menos del 30% en 2024.
Además, China está produciendo más baterías de las que necesitan los fabricantes, con sus fábricas operando al 51% de su capacidad en 2022 y solo al 43% en 2023. Bloomberg prevé que esta tendencia de infrautilizar sus líneas de producción se mantendrá este año, con los precios medios acercándose a los costes de fabricación estimados, lo que sugiere una reducción de los márgenes de beneficio.
Las mejoras en la tecnología y los procesos de fabricación de baterías también han contribuido a la disminución de los precios. Según BNEF, que investiga los mercados de las materias primas y las tecnologías más innovadoras, los precios de las baterías se mantendrán en rangos bajos durante varios años.
Esto, que puede ser una mala noticia para los fabricantes de baterías, es excelente para los sectores de la automoción y el almacenamiento de energía. Los precios más bajos de las baterías podrían hacer que los coches eléctricos sean competitivos en términos de costes con los vehículos convencionales.
Los coches eléctricos más baratos que los de combustión
Actualmente, en China, los coches eléctricos ya son más baratos que los coches de gasolina. Sin embargo, las cuestiones comerciales y políticas en Europa y Estados Unidos están impidiendo que los consumidores de estos mercados accedan a esas baterías de menor precio en los próximos años.
También la industria del almacenamiento de baterías podría beneficiarse significativamente de la caída de los precios. Las instalaciones llave en mano son un 43% más baratas que en 2023. BNEF estima un aumento del 61% en las instalaciones de almacenamiento estacionario a nivel mundial este año, alcanzando un total de 155 GWh.
Pero, las preocupaciones políticas son menores cuando se refieren al origen de las baterías dedicadas a este sector, posiblemente debido a la importancia vital para los objetivos de reducción de carbono de muchos países.
