Intel Corporation, líder en la fabricación de circuitos integrados, ha revelado un nuevo enfoque integral dirigido a los fabricantes de automóviles. Este enfoque está diseñado para reducir costes, mejorar la eficiencia energética y crear experiencias avanzadas gracias a la inteligencia artificial (IA).
La empresa estadounidense propone una estrategia holística que va más allá de la mejora de componentes individuales. En su lugar, Intel sugiere la integración de tres elementos clave: computación en cabina definida por software, gestión inteligente de la energía y gestión de la carga de trabajo similar a la de un centro de datos. Según Intel, la combinación de estos elementos puede ofrecer un efecto multiplicador en lugar de simplemente optimizar costos en aspectos individuales del vehículo.
Este enfoque considera los sistemas del vehículo como un todo, permitiendo un movimiento continuo de cargas de trabajo entre sistemas informáticos centrales y subsistemas zonales, ambos definidos por software. Esto garantiza flexibilidad, costos óptimos y un rendimiento máximo, junto con significativos beneficios en eficiencia energética.
Inconvenientes de las arquitecturas aisladas
Intel destaca que las arquitecturas actuales de los vehículos son aisladas, lo que genera ineficiencias. Un ejemplo claro es que muchos vehículos eléctricos, incluso cuando están apagados, siguen monitoreando las cámaras externas para detectar amenazas de seguridad o reconocer al conductor. Esta función, normalmente respaldada por el subsistema de computación en el habitáculo del vehículo, consume innecesariamente la batería debido a su alto consumo de energía.
La propuesta de Intel sugiere que esta carga de trabajo no necesita residir en el sistema informático central. En su lugar, los controladores zonales definidos por software pueden gestionar estas tareas. Adoptando conceptos de orquestación de aplicaciones del centro de datos, se podría migrar esta carga a un dispositivo de menor consumo, activando el sistema central solo cuando sea necesario. Esto ahorraría energía, mejoraría la eficiencia y reduciría el número total de unidades de control electrónico (ECU) en el vehículo mediante la consolidación dinámica de cargas de trabajo en un controlador zonal.
Una filosofía arquitectónica con raíces en el centro de datos
Finalmente, Intel describe el diseño definido por software como una mentalidad arquitectónica, una filosofía en la que el cómputo, la memoria y la entrada/salida de datos son recursos compartidos que pueden asignarse dinámicamente a cualquier carga de trabajo sin interferencias. Este enfoque transforma la visión de la arquitectura eléctrica y electrónica de un vehículo, pasando de conectores de función fija a un conjunto de recursos que abarcan múltiples conectores, permitiendo nuevos enfoques a nivel de sistema.
Intel enfatiza que este enfoque es comparable a un centro de datos, alejándose de los modelos basados en teléfonos o tabletas. La empresa afirma tener una amplia experiencia en este campo, lo que la posiciona como una opción ideal para guiar a la industria automotriz en esta crucial transición hacia vehículos eléctricos más eficientes y avanzados.