Desde hace años se oye con rotundidad la promesa de que los coches autónomos serán una realidad casi inmediata. Y buen ejemplo de ello es Tesla. La compañía de Elon Musk ha prometido infinidad de veces esta cuestión, pese a que los años pasan y esta sigue sin estar vigente. El último apunte de esta marca llegó al pasado mes de octubre, cuando presentaron en sociedad al Cybercab y al Robovan, dos vehículos tan avanzados que no contaban ni con mandos para ser conducidos.
Sin embargo, desde NVIDIA, la compañía tecnológica, lo tienen claro: estos no están ni remotamente cerca de ser una realidad. De esta manera, han puesto a muchos seguidores de Tesla los pies en el suelo, ya que Musk aseguró que, al menos el Cybercab, sería una realidad plena en el 2027. Desde NVIDIA auguran que estos vehículos aún tardarán, al menos, una década en ser una realidad.
El jefe de NVIDIA no ve cerca la viabilidad de los coches autónomos plenos
Esto lo ha dejado patente Ali Kani, el responsable de la división de Automoción de NVIDIA, en su última entrevista con el medio Autocar. “Los coches verdaderamente autónomos no aparecerán en esta década. Es una maravilla de la próxima década, pues no estamos ni cerca de lograrlo. Es muy difícil”, afirmó.
NVIDIA está invirtiendo una elevada cantidad económica sobre su presencia en el mercado automovilístico. Uno de los motivos de ello es poder aprovechar su sabiduría en el sector de los chips y la tecnología computerizada. Sin embargo, ni ellos han obtenido una victoria en las investigaciones sobre este campo con los avances actuales, al cual posiciona como realmente lejano de la realidad cotidiana.
Uno de los muchos puntos que el responsable anota que serán necesarios para el avance de esta tecnología será elevar notablemente la potencia informática. “El software que estamos desarrollando ahora es muy diferente al que estábamos desarrollando el año pasado. Estamos trabajando en modelos de lenguajes grandes ahora, como ChatGPT con vídeo, y nadie estaba haciendo eso en la industria automotriz hasta hace sólo tres años”, aseguró.
“Ese tipo de tecnología de conducción requiere mucha más potencia de procesamiento, mucho más ancho de banda de memoria. Se necesitan más sensores LiDAR y radares, y se necesitan algoritmos redundantes para garantizar su seguridad, y estos deben ejecutarse en paralelo, lo que significa aún más procesamiento”, puntualizó.
También aseguró que las asistencias actuales al conductor están muy lejos de cómo funciona un sistema de conducción autónoma puro. Los presentes funcionan mediante un software de planificación que predefine las acciones en determinadas situaciones. “Cuando el coche no sigue las reglas planificadas, se produce un comportamiento brusco y una frenada fantasma. En ese momento uno piensa ‘no me gusta este coche, no me siento seguro’. La próxima generación aprenderá el comportamiento, por lo que será una conducción más natural”.
Sin embargo, para la llegada de esta nueva generación aún quedan varios años. Concretamente, no cree que sea una realidad hasta finales de esta década o principios de la siguiente. La conducción autónoma plena tardará aún más. “La industria debe avanzar con lentitud. Si una empresa comete un error, toda la industria se retrasará unos años. Por eso tenemos que actuar de la forma más responsable y no tomar atajos. Solo se puede hacer cuando se demuestre que será realmente seguro”, concluyó.