El mayor fabricante de coches de Europa desvela cuánto le costará la multa por incumplir la normativa 'CAFE' de la UE

La normativa se endurece este 2025, con límites de emisiones de CO2 mucho más estrictos. Los fabricantes que superen el límite deberán pagar multas millonarias.

El grupo Volkswagen vendió 3,7 millones de vehículos en Europa el año pasado.
El grupo Volkswagen vendió 3,7 millones de vehículos en Europa el año pasado.
24/01/2025 13:30
Actualizado a 24/01/2025 16:02

Desde el 1 de enero de este 2025, la normativa anticontaminación 'CAFE' de la Unión Europea se endurece todavía más. Los fabricantes tendrán que reducir su media de emisiones y, para poder cumplirlo, necesitan vender más coches eléctricos (cero emisiones). Quien no lo consiga tendrá que pagar multar millonarias y, en el caso de Volkswagen, ya tienen calculado cuánto tendrán que pagar por este concepto.

El Grupo Volkswagen es el mayor fabricante automovilístico de Europa, tanto por volumen de ventas como por producción. El año pasado vendieron 3.770.600 vehículos en Europa (y 9.027.400 en todo el mundo) sumando todas las marcas del grupo. Ese dato es importante porque las multas de la Unión Europea se multiplican por el número de coches vendidos y por 95 euros por cada gramo de CO2 por encima del límite.

Teniendo en cuenta esos cálculos, el Grupo Volkswagen estima que este año tendrá que pagar una multa en torno a los 1.500 millones de euros por exceder los límites que impone la normativa 'CAFE' de la Unión Europea. El grupo alemán ve "muy difícil" llegar a los objetivos marcados.

Fábrica Volkswagen
Volkswagen tendrá que aumentar sus ventas de eléctricos puros para pagar menos multa.

La Unión Europea abrió 2025 con la puesta en marcha la normativa 'CAFE' (Emisiones de Combustible Medias Corporativas, por sus siglas en inglés) en la que establece que las emisiones de dióxido de carbono deben bajar a 93,6 gramos por kilómetro de los coches vendidos en los 27 países de la UE.

El director de relaciones con los inversores de Volkswagen, Rolf Woller, prevé que los beneficios del grupo se vean mermados por las multas de Europa. Además, claro, de tener que vender más coches eléctricos en un mercado que en 2024 cayó ligeramente.

Algunos fabricantes han expresado su malestar ante la dificultad de cumplir con los nuevos límites. En el caso de Stellantis, por ejemplo, planean reestructurar la producción para fabricar (y vender) menos coches con motor de combustión. De esta manera, aumentará la proporción de coches eléctricos aunque sus ventas totales no aumenten significativamente. El objetivo es encontrar un punto de equilibrio entre la pérdida de ingresos por vender menos coches y la multa que tendrían que pagar por haber superado el límite de CO2.

Otra opción es comprar créditos o derechos de emisiones a fabricantes que solamente venden coches eléctricos, como Tesla o Polestar. Es otra opción que baraja Stellantis, pero también Toyota, Mazda o Ford ante la imposibilidad de llegar por sí mismos a los nuevos límites de emisiones. Esta estrategia también tiene detractores: Luca De Meo, CEO de Renault, cree que comprar créditos a Tesla debilitará a los fabricantes europeos frente a los norteamericanos y los asiáticos.

Los fabricantes piden más tiempo

En este contexto, algunos fabricantes han instado a la Unión Europea a revisar sus normas de emisiones, ya que la industria del automóvil lucha contra una baja demanda de vehículos eléctricos y la afluencia de competidores chinos.

Un Tesla carga en la red estadounidense de supercargadores de la empresa de Elon Musk, que curiosamente colaborará con Trump.
Los fabricantes planean comprar derechos de emisiones (o créditos) a Tesla.

La normativa 'CAFE' para acelerar la adopción del coche eléctrico establece que las emisiones de dióxido de carbono bajarán a 93,6 gramos por kilómetro de los coches vendidos en los 27 países de la UE; hasta los 49,5 gramos de CO2 por kilómetro para el año 2029; y a 0 gramos en 2035, fecha en la que se prevé eliminar las ventas de vehículos con motor de combustión.

Desde la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), piden que se arroje "claridad sobre el empleo y las inversiones" para evitar daños a la competitividad de Europa, aunque reconocen que la industria de la automoción sigue comprometida con el objetivo de neutralidad en las emisiones de carbono para 2050.

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